Desenlace fatal

Violenta pelea: discutió con el mecánico, lo asesinó de un tiro en la cabeza y se suicidó

Un hombre de 63 años mantuvo una fuerte discusión con el dueño de un taller mecánico, lo asesinó de un tiro en la cabeza y luego se suicidió

Por UNO

En medio de una violenta pelea, un hombre de 63 años discutió con el dueño de un taller mecánico, lo mató de un tiro en la cabeza y luego se suicidó.

El dramático episodio sucedió este miércoles por la mañana en un establecimiento mecánico ubicado sobre la avenida Yrigoyen al 13.600, en la localidad bonaerense de Adrogué.

De acuerdo a lo informado por fuentes policiales al medio local Diario Conurbano, el enfrentamiento se originó cuando Ricardo Gómez, un hombre de 63 años vecino de la zona, llegó al taller y pidió hablar con el dueño, un hombre identificado como David Pacheco San Miguel, de 51 años.

El propietario del comercio lo recibió en su oficina. Gómez ingresó al privado y en pocos minutos ambos cruzaron algunas palabras y los empleados alcanzaron a ver como el atacante sacó un arma y le disparó en la cabeza a Pacheco San Miguel.

Lejos de retomar la calma, la grave situación tuvo otro capítulo, porque luego de asesinar al mecánico, el atacante caminó unos pasos hacia la puerta de la oficina y se quitó la vida de un disparo con el mismo revólver calibre 38 con el que había asesinado a la víctima.

Un empleado del comercio de 26 años, aseguró que al escuchar los impactos de bala llamó rápidamente al teléfono de emergencias 911 y le relató lo sucedido a los agentes de la Comisaría 1° que acudieron tras el llamado.

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Un hombre de 63 años mantuvo una fuerte discusión con el dueño de un taller mecánico, lo asesinó de un tiro en la cabeza y luego se suicidió

Un hombre de 63 años mantuvo una fuerte discusión con el dueño de un taller mecánico, lo asesinó de un tiro en la cabeza y luego se suicidió

Según su comentario, cuando entró a ver a su patrón, estaba muerto con un balazo en la cabeza y el agresor sobre el piso de la oficina. Los dos hombres murieron en el lugar.

Según indicaron los investigadores a cargo del caso, lo que llamó la atención al momento del levantamiento de pruebas fue que el agresor tenía, además del revólver calibre 38, una pistola calibre 22 en su cintura.

El fiscal Leonardo Kaszewski, de la UFI 2 descentralizada de Almirante Brown quedó a cargo de la investigación, ordenó que se realicen tareas de investigación en el lugar y se tome declaración testimonial a los empleados del taller para tratar de determinar las causas del brutal episodio.

Los investigadores manejan dos hipótesis: una sería la posibilidad de un crimen pasional, que sería poco creíble, y la segunda tendría relación con que el cliente debía una importante cantidad de dinero por un arreglo a su vehículo que el mecánico intentaba cobrar.