La nueva configuración permitió mejorar significativamente la capacidad de elevación de los robots. Mediante un sistema de señales complejas que replican el funcionamiento muscular, los investigadores lograron disminuir la tensión en las articulaciones de las alas durante el vuelo.
La tecnología detrás de estos diminutos drones incorpora elementos que les permiten transportar baterías y dispositivos electrónicos, a pesar de tener un peso menor al de un sujetapapeles. Esta característica resulta esencial para su autonomía operativa en el campo.
Los insectos mecánicos cuentan con un diseño que optimiza su estabilidad vertical, superando uno de los mayores obstáculos de versiones previas. "El tiempo de vuelo que demostramos en este trabajo probablemente supera la suma total de vuelo que nuestro campo ha logrado acumular con estos robots", destacó Chen.
Un futuro prometedor gracias a Estados Unidos
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Los científicos de Estados Unidos esperan que estos robots puedan ayudar a polinizar plantas en el futuro.
Durante los próximos cinco años, el equipo del MIT planea integrar sensores, baterías y capacidades de computación más sofisticadas en estos robots. El objetivo es alcanzar un nivel de control fino similar al que poseen las abejas naturales sobre sus alas.
Los avances en esta dirección podrían resolver problemas críticos en la agricultura mundial. La disminución de poblaciones de abejas silvestres y el aumento en la demanda de alimentos requieren soluciones innovadoras para garantizar la producción agrícola futura.
La tecnología desarrollada en Estados Unidos abre nuevas perspectivas para la agricultura sostenible. Estos diminutos polinizadores artificiales podrían complementar el trabajo de las abejas naturales, especialmente en áreas donde las colonias enfrentan dificultades para sobrevivir o en cultivos protegidos donde el acceso de insectos es limitado.