En un trágico hecho que conmocionó a los vecinos, un niño de dos años murió tras atragantarse con unas golosinas mientras se encontraba en la casa de su abuela. A pesar de los intentos de los médicos por salvarle la vida, el pequeño no logró recuperarse.
Un niño de dos años murió atragantado con unas golosinas
El triste episodio ocurrió cuando el menor se atascó comiendo huevos de colores de unas galletas, en una vivienda de la zona del Zanjón, al sur de la capital de Santiago del Estero, mientras visitaba a su abuela junto a sus padres. Aparentemente uno de los huevitos le obstruyó sus vías respiratorias, provocando un cuadro de asfixia que lo hizo perder la conciencia.
Ante el grave panorama, rápidamente los padres llamaron al teléfono de emertgencias y fue trasladado con urgencia por el SEASE 107 al Centro Provincial de Salud Infantil (CePSI) y quedó internado en terapia intensiva, con pronóstico reservado aunque su estado continuó siendo sumamente delicado.
Los médicos realizaron sus mayores esfuerzos logrando reanimarlo y estabilizar sus signos vitales, aunque su estado seguía siendo sumamente delicado. Finalmente no lograron mejorar su estado de salud y el pequeño falleció pocas horas después.
El pequeño sufrió una muerte encefálica irreversible y, posteriormente, un paro cardiorrespiratorio que provocó su muerte.
Vecinos, allegados y conocidos de la familia se mostraron consternados por la tragedia.
Las autoridades del CePSI remarcaron la importancia de extremar los cuidados al momento de ofrecer determinados alimentos a niños pequeños, especialmente aquellos que por su tamaño o textura pueden representar un riesgo de asfixia. “Muchos productos que parecen inofensivos pueden terminar siendo muy peligrosos si no se los supervisa adecuadamente”, señalaron desde el moderno centro de salud.