“Pensé en lo difícil que sería seleccionar solo a una chica frente a las muchas necesidades. Fue así que empecé a hablar con las 14 egresadas, todas con historias muy duras. No dudé en contactar a otros diseñadores, maquilladores y peluqueros para que todas pudieran tener una noche soñada”, relató Lelis Manca a UNO.
Una historia de vida premiada por un destacado diseñador de moda
La iniciativa, bautizada “Mi proyecto de vida”, invitó a las jóvenes a compartir sus historias. Aunque solo una resultó ganadora del diseño exclusivo de Saldeña, ninguna quedó fuera de este proyecto. “Todas tendrán su vestido: conseguimos tres más para donar y el resto serán prestados”, explicó Lelis.
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Egresadas del colegio Américo Cali, de Godoy Cruz, felices.
Gentileza
Después de siete años sin poder celebrar la cena de egresados debido a limitaciones económicas, esta promoción podrá hacerlo. Se logró un salón a precio reducido, pero aún quedan gastos pendientes, como el transporte. Para cubrirlos, las chicas, con ayuda de sus compañeros varones, trabajan en un kiosco escolar para recaudar fondos.
Sin embargo, lo que parecía más difícil de conseguir, como la indumentaria, el calzado, el maquillaje y la peluquería, está prácticamente resuelto. “Fue increíble cómo la gente y las marcas se fueron sumando a esta movida solidaria. No estábamos dispuestos a resignar los sueños de ninguna de ellas”, reflexionó Lelis.
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La emoción se hizo palpable cuando la ganadora del vestido de Saldeña supo que su historia había sido seleccionada: “No paraba de llorar”, contó la conductora y asesora de imagen. Pero el verdadero impacto está en el trabajo conjunto de profesionales y marcas que se unieron para cumplir este sueño.
Entre los colaboradores se destacan Noemí Núñez, diseñadora y dueña de una marca de indumentaria; Pascual Ringo Porco y su padre, que ofrecieron peinados; “MJ Vestidos Scarlet”; Soledad García de Mary Kay con maquillaje, y Romina Medel, quien aportó vestidos adicionales.
Creativo. “No hay nada más lindo que te reconozcan en tu propia tierra”, dice Saldeña, el vestuarista de Vendimia.
Raúl Saldeña donó un vestido con un diseño exclusivo para una de las egresadas. Antes quiso conocer la historia de cada una de las chicas.
“Trabajamos por un motivo noble: mostrar la solidaridad de nuestra querida Mendoza y demostrar que los sueños, sin importar las circunstancias, pueden cumplirse”, expresó Lelis.
También agradeció a sus compañeros de programa, Ariel Egdechman y Franco Aranda, y a la directora del colegio Américo Cali, Berta Barón, por apoyar la iniciativa desde el primer momento, así como a preceptoras y otros miembros del establecimiento.
Lelis cerró con un mensaje que bien puede contribuir a contagiar con estas acciones: “Es cuestión de dedicar un ratito, tocar a nuestros contactos y fijarse el objetivo de luchar por un mundo mejor”. Este acto de solidaridad no solo cambiará la vida de las egresadas, sino que también deja una lección de esperanza y unión para toda la comunidad mendocina.