La diferencia de esta investigación, en la cual radica su importancia, es que los perros no sólo escuchan, también saben identificar cuando las palabras van dirigidas a ellos.
Uno de los sentidos más desarrollados y agudos de los canes es el oído. Los perros poseen la capacidad de captar sonidos a largas distancias y frecuencias imperceptibles para el ser humano. Es por ello que los perros suelen ser más sensibles y reaccionar negativamente ante sonidos muy agudos, como fuegos artificiales, o vibraciones terrestres fuertes.
El estudio realizado por especialistas en comportamiento y cognición animal de las Universidades de Lincoln y Sussex y Jean Monnet, arrojó información novedosa y muy útil para enriquecer las investigaciones existentes hasta ahora sobre la audición y comprensión de los perros. Según el estudio, los perros pueden comprender el habla humana mucho mejor de lo que se pensaba.
Para realizar la investigación, se reclutaron una serie de perros de distintas razas. Cada animal fue expuesto a un flujo de habla humana conformado por palabras y órdenes relevantes e irrelevantes.
Los encargados de proporcionar las órdenes, debían hablar en un tono monótono. Los perros no solamente escuchaban, sino que también demostraron tener la capacidad neurológica de filtrar pasivamente la información relevante.
Normalmente cuando las personas se dirigen verbalmente a los perros, los hacen desde un tono eufórico e infantil. El estudio trabajó en descubrir cómo reaccionan los perros cuando se les habla en un tono de este tipo. Los perros prefieren un registro alegre pero claro y, además, reconocen su nombre incluso cuando está oculto dentro de una oración.
Según lo explicado por David Reby, miembro del estudio, los perros reconocen información y la procesan mejor cuando se les habla sin la prosodia infantil o eufórica que los confunde. Esta capacidad neurológica, en parte es producto de la larga historia de domesticación.