Las heridas cicatrizadas en diferentes partes del esqueleto revelaron que el individuo estuvo involucrado en episodios violentos. Los investigadores identificaron que la causa final de muerte fueron dos graves lesiones en el cráneo.
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El cuerpo tenía muchos signos de violencia.
El contexto histórico del descubrimiento resultó particularmente interesante para los arqueólogos. La propiedad donde se encuentra el sitio perteneció inicialmente a los Templarios, luego pasó a manos de la Orden de los Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén y finalmente quedó bajo control de la nobleza local.
La arqueóloga independiente Nataša Šarki explicó que estas prácticas funerarias inusuales reflejan la persistencia de creencias precristianas en la región. "En muchos países eslavos, la creencia en espíritus malignos continuó incluso después de la adopción del cristianismo", señaló en comunicación con el sitio especializado Live Science.
Un descubrimiento con historia
Las excavaciones en Rašaška, que comenzaron en 2011, sacaron a la luz un complejo arquitectónico que incluye 181 entierros y numerosos huesos desplazados. Los análisis de carbono 14 ubicaron la mayoría de las tumbas entre los siglos XV y XVI.
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La tumba tenía detalles muy extraños.
La mayoría de los cuerpos encontrados seguían el patrón tradicional: colocados sobre sus espaldas en orientación este-oeste, con los brazos cruzados sobre las caderas o extendidos a los lados. La tumba 157 representa una notable excepción que, según los investigadores, podría indicar que el difunto era considerado una "persona socialmente desviada" durante su vida.
La configuración del terreno sugiere que el sitio funcionó como una fortaleza, aunque la presencia de una estructura sagrada quedó confirmada por las investigaciones realizadas entre 2012 y 2023. Los hallazgos de joyas personales fueron escasos, limitándose a pequeños fragmentos en algunas tumbas.
