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En el caso de las hojas, una planta sana debe tenerlas de color intenso y sin curvaturas hacia abajo, siempre dependiendo de la especie. Las hojas sanas no se decoloran ni enroscan. Si una planta tiene hojas muy oscuras, puede existir un exceso de nitrógeno, esto produce una susceptibilidad a los agentes patógenos dañinos. Contrariamente, si las hojas son muy claras, tu planta no está absorbiendo bien la luz por déficit de cloroplastos, lo cual dificulta el proceso de fotosíntesis.
Por su parte, las raíces de una planta sana y fuerte debens er de color blanco claro. Si las raíces están marrones, pegajosas o con mal olor, es un indicador de exceso de agua. Para evitar la producción de hongos en las raíces por humedad, lo mejor es quitar las plantas de la tierra inmediatamente, esperar a que el sustrato se seque y volver a colocar la planta.
El truco casero definitivo para que tus plantas crezcan sanas y fuertes con ayuda de un ingrediente de cocina
Existe un truco casero muy simple que ayuda a tus plantas a crecer sanas y fuertes, libres de plagas e insectos. Para realizar esta técnica necesitas un diente de ajo crudo.
El ajo puede ser un fertilizante de jardín muy efectivo gracias a sus compuestos químicos como el azufre y la alicina. Este alimento de cocina ayuda a evitar que las plantas se enfermen o deterioren por falta de vitaminas y minerales.
Simplemente debes colocar un diente de ajo en la maceta, enterrado en el sustrato. Lo ideal es que el ajo alcance las raíces. Este ingrediente protege las plantas de insectos, plagas, hongos y bacterias propias del suelo. Un truco casero, muchas soluciones.
