Dos accidentes de tránsito, una descarga eléctrica y la manipulación de un arma de fuego terminaron en tragedia para 9 mendocinos en la primera quincena del año 2025.
Dos accidentes de tránsito, una descarga eléctrica y la manipulación de un arma de fuego terminaron en tragedia para 9 mendocinos en la primera quincena del año 2025.
Chile, Maipú, Godoy Cruz -frente al centro comercial Palmares- y Junín fueron escenarios del súbito final para un matrimonio de 74 años y la hermana de él, para cuatro chicos de entre 15 y 18 años, para una niña de 11 años y un adolescente de 15 años. Accidentes todos, sin intención de fatalidad.
El último accidente involucró a los hermanos Thiago y Bautista Magallanes, de 18 y 15 años, y de Sebastián Gómez y Luciano Rodríguez, ambos de 17 años.
Thiago Magallanes, quien había obtenido su primer carnet de conducir, perdió el control del auto que la familia le había regalado hace casi 2 meses, cuando cumplió la mayoría de edad, y se desencadenó la tragedia.
Todos los chicos eran alumnos del Colegio ISEP: los tres mayores habían egresado a fines de 2024 y disfrutado de la Navidad en Brasil, en pleno viaje de final de ciclo. El menor de todos ellos ya estaba inscripto para cursar el tercer año del secundario.
Lucas Videla, profesor de Economía del ISEP, recordó a sus ex alumnos Thiago Magallanes, Luciano Rodríguez y Santiago Gómez como "tres chicos súper compañeros".
Evocó, además, que el chico que conducía el auto de la tragedia le había comentado, a finales del ciclo lectivo 2024, que estaba muy entusiasmado con tramitar su primer carnet de conducir "porque le habían regalado un auto cuando cumplió 18 años".
Los hermanos Magallanes vivían a pocos metros del lugar de la tragedia: el complejo Vistandes, casi pegado a Palmares.
Santiago Gómez, además de estudiar, daba una mano en el predio de canchas de fútbol cercano al puente Olive de Godoy Cruz.
Los chicos fueron despedidos por familiares y amigos a partir de la noche del miércoles en medio de desgarradoras muestras de dolor y tristeza.
Las víctimas fatales del accidente fueron el reconocido empresario y ex jugador de Los Pumas Rito Irañeta, la esposa, Andrea Raganato, y Maite Irañeta, hermana del también ex director del Banco de Previsión Social a fines de la década del ´80.
El matrimonio murió en el acto y Maite horas después, en un hospital. El automóvil en que salían de un condominio de veraneo fue atropellado por el conductor de otro rodado.
A este hombre, de nacionalidad chilena, se le detectó alcohol en sangre más allá del nivel permitido, quedó detenido y fue liberado al día siguiente ya que, para la Justicia trasandina, no fue responsable de la tragedia sino Rito Irañeta, que no le cedió el paso.
Le dieron los primeros auxilios en el hospital Metraux, donde se constató el deceso.
Otros menores,de 9 y 12 años, que estaban con ella recibieron una descarga eléctrica menos potente por lo cual fueron asistidos y salvados en el Hospital Notti de Ciudad.
Ocurrió también por la tarde, y el homicida también tenía 15 años por lo cual no puede ser detenido ni juzgado.
Por orden judicial quedó a cargo de la madre, mientras que el padre, de apellido Estrella, fue imputado por tenencia ilegal de arma de fuego.
En la casa de la tragedia incautaron el arma asesina -de calibre 32-, un rifle de aire comprimido y revólver que fue hallado en un morral.
En el centro de salud de Junín hicieron todo lo posible para devolverlo a la vida, pero ya era muy tarde.