Cuáles son los beneficios para la salud física y mental de tejer, según un estudio importante
Un estudio realizado por la Universidad de Cardiff en Reino Unido, reveló las propiedades y beneficios destacados de una de las actividades motrices más antiguas: el tejido. Tejer es una tarea solitaria que requiere total concentración a la vez que permite realizar otras actividades de manera eficiente sin descuidar las agujas.
Por ejemplo, hay personas que logran una mayor concentración en el estudio o cursado de clases si tejen mientras tanto.
El estudio demostró que además fomenta la amistad y relaciones entre grupos que comparten esta afición. Tejer mejora las relaciones humanas, el bienestar individual y la calidad de vida. La tesis central del estudio es que tejer posee un potencial terapéutico inesperado.
Esta actividad estimula la creatividad y ejerce una influencia positiva en la mente, puede ayudar a la resolución de problemas y proporciona un bienestar mental y emocional. De acuerdo a lo explicado por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, tejer genera una sensación de alegría seguida de claridad y concentración. Entre sus principales beneficios, podemos enumerar los siguientes:
- Ayuda a reducir el estrés y proporciona efectos relajantes.
- Contribuye al desarrollo de la creatividad.
- Reduce la presión sanguínea y aumenta el nivel de neurotransmisores como las endorfinas y dopamina.
- Permite una concentración plena en la actividad, lo cual es positivo para aquellas personas que presentan dificultad para dejar de lado los pensamientos rumiantes del día a día.
- Sus efectos relajantes son comparados con el yoga o la meditación.
- Eleva el autoestima y seguridad.
- Es positivo para la motricidad y manejo de las manos. Es una actividad buena para las personas que sufren de artrosis o artritis.
Una actividad con historia y grandes beneficios: ¿cuál es el origen del tejido?
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Tejer es una actividad que nace por la necesidad de protección y resguardo del frío. Se estima que los primeros registros de tejidos datan de hace más de 30 mil años. Las primeras técnicas de tejido se realizaban a partir de telas básicas fabricadas con materiales vegetales.
Con el paso de los años, esta técnica con beneficios se fue perfeccionando. En la actualidad puede realizarse de diversas maneras y con distintas lanas, hilos y materiales. Es una práctica industrializada pero que al mismo tiempo mantiene sus bases artesanales.