Un fenómeno astronómico sorprendente
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Este fenómeno astronómico tiene mucho potencial destructivo.
El astrónomo Valeiry Vasilyev, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar en Alemania, se mostró sorprendido de los resultados de un reciente estudio publicado en la revista Science: "Nos sorprendió mucho que las estrellas como el Sol sean propensas a sufrir súper llamaradas tan frecuentes".
Descubrir cada cuánto se producen estos eventos no es sencillo. Los científicos cuentan con algunas pistas, como los picos en carbono-14 y nitrógeno en las capas del hielo polar, pero no es tan sencillo.
Los científicos estudiaron la frecuencia de eventos extremos en estrellas que comparten características con nuestro Sol, específicamente las llamadas enanas amarillas de tipo G.
El equipo de Vasilyev partió de dos descubrimiento previos interesantes: por un lado, cuando se puede medir la rotación de estrellas parecidas al Sol, estas suelen mostrar mayor actividad que nuestra estrella. Por otro lado, justamente las estrellas más similares al nuestro presentan ciclos de giro muy difíciles de calcular.
Aprovechando esta situación, diseñaron un estudio que incluía estrellas cuya rotación era desconocida, pero que compartían con el Sol otras propiedades fundamentales como su luminosidad y nivel térmico.
Para afinar la muestra, descartaron aquellos astros que completaban una vuelta en menos de 20 días, considerando que el Sol tarda 25.
El análisis final abarcó una impresionante cantidad de 56.450 estrellas tipo solar, detectando fenómenos astronómicos de alta energía en 2527 de ellas, con un total de 2889 eventos. Los cálculos sugieren que estos episodios ocurren aproximadamente una vez por siglo.
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Qué pasa con nuestro Sol
A pesar de estos nuevos datos, es difícil predecir por ahora cuándo nuestro Sol emitirá la próxima súper llamarada. La última tormenta solar que causó daño considerable fue el evento Carrington, en 1859. Esta llamarada solar, que vino acompañada de una eyección de masa coronal, destruyó líneas de telégrafo en todo el mundo, y algunas redes incluso llegaron a prenderse fuego.
En 1989 una tormenta geomagnética causó apagones en diferentes lugares del mundo, pero no fue tan fuerte como su predecesora. Los científicos sólo registraron 9 eventos más fuertes que el Carrington en los últimos 15 mil años, y el último data del año 774.
Esto significa que en cualquier momento se podría producir una súper llamarada que afecte el sistema eléctrico de la Tierra de una manera nunca antes vista. Lo único que se puede hacer, según los científicos, es conocer más sobre ellas y estar preparados.