Para esto debes seguir una serie de pasos que, se recomienda, no pasar por alto ya que de esta manera conseguirás un mejor resultado. En primer lugar la limpieza es esencial, es por eso que debes lavar el bello facial para que quede más hidratada y sea más fácil de trabajar y manipular. Puedes usar shampoo para el cabello o uno específico para barba.
Luego llegó el momento de cepillar la barba, sin importar el largo que tenga, pero sirve para desenredarla y para peinarla con el objetivo que quede uniforme para un mismo lado. Además, podrás identificar con mayor facilidad qué zonas se deben recortar.
Como mencioné recién, es necesario tener en casa las herramientas correspondientes, más allá que prefieras ir a un peluquero debes estar preparado para citas imprevistas que te puede presentar la vida. Es así que deberías tener una máquina para cortar el pelo o para barba (no importa que sea o no profesional, es para salir bien parado de una situación extrema).
Para ello es necesario tensar la piel para un mejor corte, utilizando las distintas medidas que vienen con la máquina para probar diferentes largos y, por ende, texturas. Se debe deslizar la máquina suavemente hacia un lado y hacia el otro de manera diagonal, siguiendo la dirección de la comisura de los labios hacia la oreja.
Es así que conseguirás la línea deseada sobre las mejillas, dándole la forma que buscas. Al utilizar las distintas medidas, es preferible comenzar con el peine más largo para poder controlar la longitud y, cuando esté bien recortado y quieras darle forma y centrarte en los detalles, puedes cambiar por los peines más cortos.
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Paciencia: tu barba quedará excelente.
Sigue el truco para cortar la línea del cuello, en casa
Luego de tener las mequillas listas, es necesario definir la línea del cuello. Para ello se recomienda hacerlo de manera pausada, teniendo cuidado con los movimientos. Debes levantar la cabeza y comenzar recortando desde la altura elegida, colocando la máquina de manera que la cuchilla quede de manera horizontal, al igual que lo haría tu peluquero.
Para que el acabado sea impecable, debes tener en cuenta este truco: deja la barba más corta en las mejillas y en el cuello, y más larga en la barbilla. En esa zona también puedes jugar con los diferentes largos, para que vayas probando tu estilo aunque sea casi improvisado.
Luego continúa con el bigote. Recuerda no dejarlo mucho más corto que el resto de la barba. Debes peinar el bigote hacia abajo, limpiar el vello que cae sobre la boca y dejarlo hasta que llegue hasta el borde del labio superior.
Para finalizar elimina cualquier mechón que haya podido quedar, con la misma máquina y aplica un aceite para barba, así se mantendrá el vello hidratado y lucirá más sano, suave y peinado.
Ahora sí, estás listo para acudir a la cita que te salió de manera imprevista, sin necesidad de ir a un peluquero.
Además, puedes seguir otros trucos, por ejemplo, el lugar secreto donde debes guardar el queso para que no desarrolle hongos.