En los siglos XVIII y XIX, surgió la frenología, una disciplina que buscaba vincular las características del cráneo con aspectos de la personalidad y de la posibilidad de ser ‘más inteligente’. Esta aportó en su momento nociones clave al estudio moderno del cerebro.
Si tu cabeza o cráneo tiene esta forma, puede que tengas mayor inteligencia que las demás personas (1).jpg
Según esta disciplina, la forma de la cabeza de una persona se consideraba un reflejo de su personalidad y su comportamiento. Los frenólogos identificaron diferentes "zonas" del cráneo que corresponderían a distintas facultades mentales. Estas zonas variaban en función de las "facultades" mentales que supuestamente eran controladas por cada parte del cerebro. Sin embargo, en cuanto a las formas generales de la cabeza, los frenólogos solían clasificarla en varias formas.