A tener en cuenta

Sabiduría japonesa: claves para frenar el sindrome de burnout producto del trabajo

Principios japoneses milenarios como ikigai, kaizen o wabi sabi pueden ayudar a reducir el estrés laboral, aumentar la productividad y reconectar con las cosas esenciales

Por UNO

Le pasa a todo el mundo: lunes por la mañana, desayuno apurado, tráfico imposible, WhatsApp a punto de explotar y una lista interminable de tareas pendientes. La semana recién comienza. Si esto a alguien no le produce sindrome de burnout (cerebro quemado) o estrés es porque se trata de una persona a prueba de todo. Por suerte la sabiduría japonesa tiene claves milenarias contra el burnout -especialmente el que proviene del trabajo- y lograr enfocarse en las cosas que realmente importan.

De acuerdo con un informe de la consultora Gallup, el 44% de los empleados globales experimentaron síntomas de agotamiento al menos una vez en 2024. Por esta razón, para este año, son muchas las empresas que comenzaron a priorizar programas preventivos, como capacitaciones en:

  • Inteligencia emocional.
  • Espacios de pausa activa.
  • Horarios laborales flexibles.
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La sabiduría japonesa propone claves para evitar el burnout producto del trabajo.

La sabiduría japonesa propone claves para evitar el burnout producto del trabajo.

En efecto, un estudio de la compañía McKinsey muestra que empresas con líderes enfocados en el bienestar tienen un 70% más de probabilidades de retener talento clave.

Argentina, pareciera estar a la vanguardia de esta tendencia, Fer Niizawa nikkei (descendiente de japoneses) y experto argentino en bienestar laboral, cuenta que un estudio de Bumeran arrojó que el 91% de los trabajadores argentinos experimentó el año pasado síntomas de agotamiento emocional o estrés laboral crónico. El especialista, tras liderar más de 25 años áreas de Recursos Humanos en grandes empresas regionales y vivir en Japón, propone una abordaje diferente frente a esta problemática.

Fer comparte herramientas de la sabiduría japonesa para mejorar el trabajo y el día a día. En su libro "Ikigai, felicidad y sabiduría japonesa para transformar tu vida” (2024) –que va por la tercera edición–, propone integrar esos aprendizajes milenarios a la vida moderna. “No hay dos vidas: si estás mal en tu trabajo, estás mal en tu día cotidiano”, sentencia.

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Según un estudio, el 91% de los trabajadores argentinos experimentó en 2024 síntomas de agotamiento emocional o estrés laboral crónico.

Según un estudio, el 91% de los trabajadores argentinos experimentó en 2024 síntomas de agotamiento emocional o estrés laboral crónico.

Sin embargo, no se trata de frases motivacionales, sino de hábitos concretos. A continuación, tres claves japonesas para vivir con más propósito.

Sabiduría japonesa: trabajar con propósito y compromiso (Ikigai + Gambatte)

En Japón, la idea del ikigai es una guía práctica para encontrar el sentido en lo cotidiano. Según Niizawa, "el ikigai no es un objetivo final, es descubrir eso que te mueve cada mañana y da coherencia a todo lo demás." No es necesario cambiar de trabajo o hacer grandes sacrificios; a veces, es tan sencillo como reencontrar pequeñas tareas que se puedan disfrutar incorporándolas conscientemente en el día a día.

Por su parte, se le suma el "Gambatte", que se traduce como "dar lo mejor de uno mismo" o "hacer el máximo esfuerzo". En la jerga argentina sería el famoso "¡dale que podés!". Aplicado tanto en el ámbito laboral como en el personal, implica comprometerse plenamente con cada tarea cotidiana, sin importar su magnitud, entregando lo mejor de uno mismo. Este principio subraya que el bienestar no depende tanto de qué actividades realizamos, sino de cómo las llevamos a cabo.

Sabiduría japonesa: aceptar lo imperfecto y soltar lo que no depende de uno (Wabi Sabi + Shikata ga nai)

Buscar la perfección absoluta genera frustración. El concepto de Wabi Sabi enseña no solo a aceptar, sino también a apreciar la belleza de lo incompleto, lo transitorio y lo imperfecto ¡el mundo es imperfecto!. Esta mentalidad es especialmente útil en entornos laborales de alta presión.

Por su parte Malena Higashi, especialista argentina en ceremonia del té y referente en estética japonesa, explica: “Es difícil dar una definición cerrada y concreta de qué es el wabi-sabi. Es algo que se percibe, una cuestión estética. Una concepción de la belleza, de la pátina que imprime el paso del tiempo sobre las cosas. Una forma de encontrar la belleza en lo sutil, en lo que no es perfecto ni eterno”. En el mundo laboral, este principio invita a dejar de luchar contra cada error y empezar a ver valor en lo que simplemente es, sin necesidad de que sea perfecto.

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La sabiduría japonesa invita a dejar de luchar contra cada error y ver valor en lo que simplemente es, sin necesidad de que sea perfecto.

La sabiduría japonesa invita a dejar de luchar contra cada error y ver valor en lo que simplemente es, sin necesidad de que sea perfecto.

En tanto, Shikata ga nai propone aceptar lo que no se pueda cambiar y concentrarse solo en lo que sí. Aplicado al trabajo, este principio libera el estrés inútil que generan situaciones fuera de control, como decisiones gerenciales o crisis externas. Aceptar no es resignarse, es liberarse.

Sabiduría japonesa: transformar la dificultad en fortaleza (Gaman + Kintsugi)

“Gaman” representa la resiliencia activa: la capacidad de resistir y superar desafíos con serenidad y dignidad. Por ejemplo, el estudio "Resiliencia y síndrome de Burnout en personal de salud de emergencias de hospitales de zona oeste del Gran Buenos Aires" realizado en por la Universidad Abierta Americana descubrió que médicos y enfermeros del área de emergencias con mayores niveles de resiliencia presentaban menores síntomas de agotamiento emocional y mayor realización personal en su trabajo.

"Kintsugi", en tanto, es la milenaria práctica japonesa de reparar objetos rotos con oro, realzando sus imperfecciones. Si se lleva este concepto a la vida diaria y laboral, este concepto invita a aceptar las propias fallas y equivocaciones como parte valiosa de nuestra identidad. Un error laboral o personal no define a la persona, sino que fortalece el crecimiento profesional y humano.