Cuando hablamos de los jazmines, nos referimos en realidad a todo un género de plantas con más de 200 especies, el Jasminum. Se trata de plantas ornamentales de tipo arbustivo o trepador, muy populares por sus bonitas flores, que en muchas especies son además de agradable y característica fragancia.
Truco para cultivar jazmín en maceta
El jazmín es conocido por ser una planta que precisa de grandes cantidades de luz, pero es posible tener algunas especies en interior con los cuidados adecuados. Una de las especies más habituales para tener una planta de jazmín en maceta es el Jasminum Polyanthum, que resulta particularmente aromática durante la noche.
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El truco para cultivar jazmín en maceta
Cultivar jazmín en maceta puede ser una excelente opción para quienes no disponen de un amplio jardín pero desean disfrutar de la belleza y el aroma de estas plantas. Aquí te compartimos un truco esencial para lograrlo con éxito.
- Luz: El jazmín necesita mucha luz, incluso en el interior. Ponlo junto a una ventana o en un balcón. Es esencial que reciba al menos 4 horas de luz directa al día para asegurar una floración adecuada.
- Sustrato: Es necesario que el sustrato ofrezca muy buen drenaje y una buena cantidad de nutrientes. Una mezcla ideal podría ser una parte de turba, una parte de fibra de coco y una parte de humus de lombriz, con un toque de arena para mejorar la liberación de agua.
- Temperatura: Si quieres que florezca cada año, debes ubicarlo en algún punto por debajo de los 10 ºC en invierno. Esto le permitirá entrar en su periodo de reposo vegetativo necesario para la producción de flores en la siguiente temporada cálida.
- Riego: El jazmín necesita que su sustrato se mantenga húmedo casi siempre, aunque nunca encharcado. Es mejor regar con una frecuencia alta y en menor cantidad. En invierno, reduce el riego una vez a la semana o cada quince días.
- Abono: En la temporada cálida, será bueno aplicarle fertilizante una vez al mes. Puedes usar abono orgánico casero como el que se puede preparar con piel de plátano o cenizas vegetales, ricos en potasio.
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La ubicación del jazmín es importante, debe estar en un lugar con mucha luz, como junto a una ventana o en un balcón. Durante los meses cálidos, es beneficioso colocarlo en un lugar aireado que le ayude a mantener niveles adecuados de humedad, lo que resultará en flores grandes y fragantes. En invierno, es crucial protegerlo de las heladas, ubicándolo en un lugar donde las temperaturas no bajen demasiado, pero donde pueda experimentar un ligero descenso por debajo de los 10 ºC para inducir el reposo vegetativo.