Habitualmente y con múltiples usos, la palabra “carajo” forma parte del vocabulario de millones de personas en el Continente y en algunos sitios de Europa, como España. Algunos la usan más, otros menos, pero todos creemos saber para qué. Ahora bien, ¿qué significa y cuál es su origen?

Qué significa la palabra "carajo" y cuál es su origen

Para sorpresa de muchos lectores, tal vez de los menos añosos, el término tiene relación con una embarcación. Y con el trabajo de los marineros en sus aventuras viajeras, por más que lo sigamos utilizando como un agravio o insulto.

Puntualmente, “carajo” es un espacio de madera que se encuentra en las alturas de una embarcación antigua.

carajo.jpg
En rojo, el

En rojo, el "carajo" de un barco. / Billiken

¿Y para qué se usa? En aquellos barcos impulsados por velas, el “carajo” es esa suerte de canasta de madera bien elevada sobre el palo mayor. Desde allí se ve mejor el horizonte y la lejanía del océano. Aunque para nada es un sitio del todo cómodo por los movimientos de la nave y los mareos y malestares que podría generar.

Es allí donde aparece la relación entre el “carajo” y su uso coloquial por estos tiempos. Es que ante un castigo, el comandante solía "mandar al carajo” al responsable, tal cual publica el sitio educativo Billiken.

Otros significados y la mirada de la RAE

Con el tiempo y al ritmo de los diferentes regionalismos en el habla hispana, la palabra “carajo" fue mutando y no solo se usa para mandar allí a cierta persona, sino que además se la utiliza para hacer referencia a algo que no tiene valor (no vale un carajo) o a una situación que no provoca importancia (me importa un carajo).

carajo 3.JPG
El

El "carajo" de un barco de madera. / gentileza

La Real Academia Española (RAE) le da a esta palabra ciertas utilidades que apuntan a la sorpresa, al rechazo, a la desvalorización de alguien, a algo intenso o que tendrá mal fin, entre otros usos menos frecuentes.

Temas relacionados: