Factores de riesgo y prevención
Uno de los principales factores de riesgo es el agua no potable, que puede estar contaminada. Además, el manejo inadecuado de los alimentos, como una conservación insuficiente o la falta de higiene, también contribuyen al contagio.
La carne molida merece una mención especial. La especialista enfatizó que no se debe ofrecer carne molida a menores de 5 años, ya que, si no está correctamente cocida, puede contener Escherichia coli, una bacteria que causa el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).
“Esta enfermedad es la principal causa de insuficiencia renal aguda en niños y puede provocar graves consecuencias”, indicó.
Tratamiento y medidas de cuidado
El tratamiento principal para la gastroenteritis es una adecuada hidratación. Para los lactantes, se recomienda continuar con la leche materna a demanda. En zonas donde el agua no es potable, es fundamental hervirla o agregarle dos gotas de lavandina por litro para garantizar su seguridad.
Hidratarse. Tomar abundante líquido es una de las claves contra el calor.
Para evitar cuadros de gastroenteritis es fundamental hidratarse correctamente.
Además, el lavado correcto de frutas y verduras, así como la higiene de manos antes de cocinar o comer, son medidas esenciales para prevenir contagios. “La prevención es la herramienta más eficaz para evitar complicaciones”, destacó la pediatra.
Cuidados adicionales para el verano
El verano trae consigo otros riesgos para los niños, como la exposición al sol. Cialone recomienda evitar que los niños se expongan al sol entre las 10 y las 16.
“Además, es necesario utilizar protector solar con un factor de protección 50 o más, renovándolo cada tres horas o después de salir de la pileta. También son aconsejables las prendas con tela protectora de rayos ultravioleta”, manifestó.