Por eso, el contacto regular con microbios contribuye a la maduración y el fortalecimiento del sistema inmunológico. El riesgo de una higiene excesiva es que, al eliminar demasiados microorganismos, el sistema inmunológico pierde oportunidades de aprender a defenderse.
Además, los productos de limpieza que solemos utilizar a diario, como desinfectantes, aerosoles y detergentes, contienen químicos que, al usarse en exceso, pueden afectar nuestra salud respiratoria y dérmica.
Muchos de estos productos están asociados con problemas respiratorios, como el asma, especialmente en ambientes cerrados sin ventilación adecuada. Además, la exposición continua a ciertos productos químicos puede generar reacciones alérgicas y afectar el equilibrio de la piel, ocasionando irritaciones o sensibilidades.
La importancia de un equilibrio saludable
Por qué tener una casa demasiado limpia puede perjudicar tu salud, según científicos (1).jpg
No se trata de renunciar por completo a la limpieza, sino de encontrar un equilibrio adecuado. La clave está en mantener un hogar limpio, pero sin caer en el extremo de la esterilización. Es vital reconocer que el contacto con el mundo exterior y los elementos naturales tiene beneficios para nuestra salud, y que un poco de polvo o suciedad no solo es inofensivo, sino necesario para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Establecer hábitos de limpieza razonables y utilizar productos no tóxicos puede ser un buen comienzo. Mantener el orden en áreas clave de la casa, como la cocina y el baño, y evitar la acumulación excesiva de objetos, suele ser suficiente para garantizar un ambiente saludable.