La ciencia lo explica: ¿por qué me molesta tanto que las personas hagan ruidos al masticar?
La misofonía se caracteriza por una sensibilidad al ruido acompañada de un malestar intenso frente a ciertos sonidos. Muchas personas viven y conviven con esta hipersensibilidad auditiva, que no es una simple queja o capricho, trae consigo implicaciones biológicas neurológicas. El término misofonía fue acuñado recientemente por dos científicos estadounidenses: Pawel y Margaret Jastreboff.
La causa de este problema no está del todo clara. Ciertas hipótesis científicas creen que se debe a una condición neurológica en la cual la activación de neuronas asociadas a los estímulos auditivos. La misofonía se presenta como una experiencia molesta y estresante.
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Otras teorías asocian esta condición al trastorno obsesivo-compulsivo. En psicología, esto puede definirse como un trastorno duradero caracterizado por pensamientos incontrolables y recurrentes que generan un comportamiento compulsivo en las personas.
Los sonidos que afectan a las personas con misofonía suelen ser ruidos del día a día que para otras personas son naturales e imperceptibles. Estos sonidos, como el de masticar, produce una intensa reacción en las personas con misofonía, como si realmente se tratara de una amenaza.
¿Cómo interviene la psicología en el tratamiento de la misofonía?
En la mayoría de los casos, la misofonía se presenta como una incomodidad ante determinados sonidos: ruido de masticada, ruido de un tenedor en un plato, ruido que genera el movimiento constante de una pierna, entre otros. Algunos sonidos ambientales como goteras, agujas de reloj y alarmas, despiertan la misma respuesta, generando irritabilidad, agitación y en ocasiones asco.
De acuerdo a diversos estudios e investigaciones, esta afección forma parte de la vida de muchas personas. Hasta un 20% de la población padece misofonía, así como una de cada 5 personas se ve afectada por los ruidos que generan una respuesta de malestar insoportable.
La psicología acompaña desde tratamientos cognitivos-conductuales. El acompañamiento consiste en un refuerzo del control cognitivo para reducir la percepción selectiva y evaluación negativa d elos sonidos.