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La metafísica también sugiere que el laurel tiene el poder de abrir canales de comunicación espiritual, facilitando la conexión con el inconsciente y la sabiduría superior. Durante la Luna Creciente, quemar laurel se convierte en un acto de purificación y activación. En esta fase lunar, las energías están en expansión, por lo que el laurel puede aprovechar ese flujo creciente para potenciar la manifestación de los deseos más profundos. La acción de quemarlo bajo esta influencia lunar amplifica la intención, promoviendo claridad mental y expansión espiritual.
Metafísica: el significado de quemar laurel en Luna Creciente
Quemar laurel durante la Luna Creciente (de este 9 de noviembre de 2024) es un acto profundamente metafísico, que aprovecha la energía de expansión y crecimiento de la luna, junto con las propiedades protectoras y manifestadoras del laurel, creando así una poderosa herramienta de transformación espiritual.
- Purificación energética: quemar laurel en Luna Creciente ayuda a limpiar el espacio de energías estancadas, abriendo paso a nuevas vibraciones y pensamientos más elevados. Este acto facilita una limpieza profunda de las influencias negativas que puedan haber acumulado a lo largo del tiempo. Además, crea un ambiente propicio para la sanación y el renacimiento energético, lo que refuerza el proceso de transformación personal
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- Manifestación de deseos: la Luna Creciente favorece la expansión, y el laurel es un facilitador de la materialización de deseos y proyectos. Quemarlo en este momento potencia tus intenciones de crecimiento personal y espiritual. La conexión entre el laurel y la Luna Creciente actúa como un catalizador para que tus sueños se conviertan en realidad, ayudando a enfocar tus esfuerzos hacia la concreción de objetivos. Además, esta práctica puede amplificar el poder de tus afirmaciones, alineándolas con las energías cósmicas del momento
- Protección espiritual: el laurel es conocido por su capacidad de proteger contra energías negativas. Al quemarlo bajo la Luna Creciente, se fortalece su poder de resguardo, creando un ambiente más seguro y equilibrado tanto física como espiritualmente. Esta protección también ayuda a mantener tu mente y cuerpo alineados con frecuencias positivas, alejando las malas vibraciones que puedan interferir con tu bienestar. Además, el laurel crea un escudo protector, no solo en el plano energético, sino también en las relaciones interpersonales, promoviendo paz y armonía a tu alrededor.
