- Desinfección: la sal tiene propiedades antibacterianas naturales. Al entrar en contacto con las bacterias, ayuda a eliminarlas, reduciendo así el riesgo de infecciones y la proliferación de gérmenes.
- Desodorización: eliminando las bacterias que suelen ser la fuente de los olores desagradables, la sal ayuda a mantener un ambiente fresco en el baño. Este simple truco puede hacer que cada mañana tu baño huela de manera agradable.
- Limpieza al 100%: el uso continuo del inodoro puede causar la acumulación de residuos y minerales, que son nada fáciles de limpiar. La sal actúa como un abrasivo suave (que no raya) y ayuda a prevenir la acumulación de estos residuos, facilitando su limpieza y mantenimiento.
Este último punto se condice con la página de servicios multimap, que aconseja no usar químicos abrasivos en la limpieza del inodoro
¿Cómo echar sal en el inodoro todas las noches?
Cada noche, cuando ya nadie va a usar el inodoro, echa aproximadamente media taza chica de sal común en el inodoro.
Posteriormente deja que repose durante la noche para que sus propiedades actúen efectivamente.
Al día siguiente, simplemente descarga la mochila.
Importante: no es necesario frotar ni realizar ninguna otra acción adicional, aunque puedes combinar este truco con tu limpieza regular para obtener mejores resultados.