Hay piedras preciosas que sirven como protectoras de energía y de la mala suerte, como ocurre con la turmalina negra.
Hay piedras preciosas que sirven como protectoras de energía y de la mala suerte, como ocurre con la turmalina negra.
Sin embargo, cada piedra preciosa tiene un fin específico y diferente. A continuación te diremos por qué debes llevar a todos lados una piedra ágata, la cual impacta con su variedad de colores.
El ágata se considera una piedra protectora, la cual atrae fuerza y ofrece protección contra los malos sueños, el estrés y el agotamiento de la energía. Además se dice que el ágata equilibra las energías y despierta talentos.
La piedra preciosa ágata siempre es recomendada por sus propiedades espirituales y terapéuticas. Se cree que esta piedra tiene propiedades calmantes y protectoras, y que puede ayudar a:
Actualmente se consiguen muchas imitaciones de las piedras preciosas, y es por ello que a continuación te diremos cómo puedes darte cuenta que estas en presencia de una piedra ágata original.
Para reconocer si una ágata es natural, debes observar su color: las geodas naturales tienen colores terrosos, como café, beige, gris, negro, o tonalidades celestes o lilas. Si es de color azul, fucsia, verde, o de algún color muy intenso, probablemente sea teñida.
La piedra ágata se limpia rodeándola con otros cristales como el cuarzo blanco o la piedra cristal de roca durante un día completo.
También puedes dejarla por un par de minutos en un bowl o recipiente con agua destilada o de manantial. Si la piedra no tiene ninguna grieta ni desperfecto, también puedes dejarla en agua con sal durante toda la noche, en un recipiente de cristal.
Otra opción, para limpiarla y cargarla energéticamente, es dejar la piedra ágata bajo la luz del Sol durante unas horas.