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"En principio no tendríamos mucho problema para volver, porque vinimos con mis suegros y mis cuñados en varios autos. En la camioneta íbamos con mi mujer y mi hijo de dos años. Es decir, que nos vamos a poder acomodar, creemos", continuó.
El robo ocurrió en el Edificio Anakena, ubicado en Reñaca en la zona del sector 5, un área que no tiene cámaras de seguridad. La víctima incluso explicó que "la presencia policial es, sobre todo entre la tarde y la noche prácticamente nula, tierra de nadie".
"Acá a la noche no hay nadie, hay solo un retén policial acá en la Avenida Borgoño, pero solo paran para pedir papeles, que lo único que genera es un lío en el tráfico y no sirve para absolutamente nada, pero para cuando realmente tienen que estar, o tendrían que estar, la verdad que no se ve absolutamente nada", concluyó.
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La otra modalidad de robo en Chile: "solidarios" que en realidad son delincuentes
Giuliana Perinetti y su novio, ambos mendocinos, estaban en Viña del Mar cuando vivieron una insólita situación. Circulaban en la camioneta que usaron para viajar y un hombre se les puso a la par en un semáforo.
Allí el presunto solidario les advirtió que habían pinchado una de las cubiertas. Efectivamente era cierto, estaban prácticamente en llanta, por lo que agradecieron y continuaron para tirarse a un costado. Allí fue cuando este mismo hombre se acercó fingiendo que quería ayudarlos.
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Imagen que compartió Giuliana Perinetti en sus redes sociales, del clavo que encontraron en la cubierta.
Mientras ocurría esta situación, un auto frenó de golpe y se bajaron unas personas -no identificaron cuántos- y robaron las pertenencias que tenían dentro. El "solidario" fingió corretear a los delincuentes, pero, en realidad, lo que hizo fue subirse al auto de los ladrones y huir con ellos.
Luego los afectados se dieron cuenta de que la cubierta estaba pinchada con un clavo de gran tamaño que es accionado con una pistola de aire comprimido.
También usan inhibidores de alarmas
Otra familia mendocina sufrió el robo de su Jeep durante la madrugada del viernes pasado, a metros del hecho que sufrió la familia Ramos. La víctima, Florencia Galigniana, explicó al diario Soy Chile que en su caso los delincuentes utilizaron un inhibidor de alarma.
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Florencia había dejado su camioneta estacionada sobre la Avenida Borgoño, en Reñaca, mientras estaba en el departamento de una amiga. En un momento, la alarma del vehículo comenzó a sonar. Su pareja salió a revisar, pero no encontró nada inusual, así que desactivó la alarma y volvió a activarla.
Sin embargo, al poco tiempo, las balizas del Jeep se encendieron sin razón aparente, lo que llevó a su novio a bajar nuevamente y repetir el procedimiento de revisión, sin notar nada extraño. Más tarde, al revisar las cámaras de seguridad, observaron cómo un hombre, que llegó en un auto de patente chilena, bajó, manipuló algo en el vehículo y se fue. Apenas unos segundos después, otro hombre llegó y robó el Jeep sin hacer ruido.