La onomancia es la práctica de adivinar o predecir el destino de una persona a través de su nombre. Esta creencia se basa en la idea de que los nombres no son solo etiquetas, sino que contienen una energía o fuerza particular que influye en el carácter y la suerte de la persona que los lleva.
En diversas culturas, se ha considerado que ciertos sonidos, letras o combinaciones en los nombres pueden atraer diferentes tipos de suerte o energías. Por ejemplo, en algunas tradiciones, se cree que un nombre con ciertas consonantes o vocales puede predisponer a la persona a ser más exitosa, tener buena salud o incluso enfrentar dificultades específicas. En el caso de la onomancia, se puede analizar el nombre completo o incluso el apellido, y se cree que este estudio puede revelar aspectos importantes sobre la vida, los talentos o los desafíos o los años que vivirás.
Esta idea de determinar la longevidad según la primera letra del nombre ha cobrado fuerza. La regla es bastante simple: dependiendo de la inicial con la que empieza tu nombre, se asocia un número de años de vida.