De esta forma el ventilador ayudará a empujar el aire caliente acumulado en la parte superior de la habitación, provocando que el aire más fresco de las capas inferiores descienda y se distribuya de manera uniforme.
Puedes ayudar al ventilador refrescando los ambientes con elementos como hielo o botellas congeladas. Solo tienes que llenar un recipiente o una olla con cubos de hielo, añadir un poco de agua fría y colocarlo frente al ventilador. Al encender el electrodoméstico, el aire pasa sobre el hielo y se enfría antes de ser distribuido por la habitación.
Otras personas reemplazan el hielo con una toalla o sábana vieja mojada en agua fría, sin embargo este truco puede llegar a llenar el ambiente de humedad.
También puedes optimizar el uso del ventilador al mantener todos los ambientes cerrados y oscuros durante las horas de mayor insolación. De esta forma evitarás que el calor del exterior ingrese al hogar, ayudando a mantener una temperatura interior más baja.
Otra opción es colocar el ventilador en zonas donde de la casa el aire pueda fluir libremente y llegar a todas las áreas de la habitación aumentará su efectividad.