La noche de Halloween, el 31 de octubre, con sus calabazas talladas, disfraces espeluznantes y caramelos, ha sido durante mucho tiempo objeto de variadas interpretaciones. Ciertos sectores religiosos sostienen que esa noche es una especie de puerta abierta para que los demonios desplieguen su influencia en el mundo.
Algunas creencias sostienen que la noche de Halloween es la puerta que los demonios abren para entrar a la Tierra.
Imagen generada con IA / Gonzalo PonceLas raíces de Halloween se originan en antiguas festividades celtas, como el Samhain, que marcaba el fin de la temporada de cosecha y el inicio del invierno. Se creía que en esta significativa noche, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado, por lo que los espíritus de los difuntos podían regresar a la Tierra. Esta creencia, junto con la adopción de elementos paganos por parte del cristianismo, contribuyó a forjar una imagen de Halloween como una noche de misterio y lo oculto.
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A lo largo de los siglos, la Iglesia Católica ha advertido en numerosas ocasiones sobre los peligros espirituales asociados a esta festividad, vinculándola con prácticas paganas y ocultistas. Esta postura ha influido en la percepción popular de Halloween como una noche propicia para actividades demoníacas.
Además el cine y la cultura popular han colaborado bastante con esta visión negativa de Halloween. Películas clásicas como "El Exorcista" y "El Resplandor" han presentado visiones demoníacas y sobrenaturales asociadas a esta festividad, contribuyendo a consolidar la idea de que Halloween es una noche peligrosa.
Otros clásicos más grotescos como la saga "Halloween", "Trick or treat" o la gore y más moderna "Terrifier" que estrena su tercera parte este Halloween 2024 también han hecho lo suyo explotando el miedo y la superstición asociados a esta festividad, creando una estética visual y sonora que refuerza la idea de que esta noche está plagada de peligros sobrenaturales.
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Incluso el Papa Francisco ha reconocido la existencia del diablo y el mal en diversas ocasiones. Pero es importante contextualizar sus dichos. El Pontífice ha hablado sobre la lucha espiritual y la necesidad de protegerse de las tentaciones del mal, pero no ha vinculado directamente estas ideas con la celebración de Halloween.
Halloween: ¿la oportunidad de los demonios?
Más allá de las creencias populares y las representaciones culturales, no existe evidencia científica o histórica que respalde la afirmación de que los demonios tienen mayor poder o influencia durante la noche de Halloween. Esta idea siempre se ha basado en mitos, supersticiones y productos culturales que han sido amplificadas por el cine y otros medios de comunicación.
Halloween no es más que una festividad que ha evolucionado a lo largo de los siglos, adoptando diversas connotaciones culturales. Si bien es cierto que sus raíces se encuentran en antiguas creencias relacionadas con el mundo sobrenatural, reducirla a una simple noche de demonios es una simplificación excesiva que ignora la complejidad de sus orígenes y significados.
La creencia de que Halloween es una noche en la que los demonios tienen mayor poder es un mito arraigado en la cultura popular, pero carente de fundamentos reales. Es primordial separar la ficción de la realidad y disfrutar de esta festividad de manera sana y respetuosa.