No son los monos: ¿Qué animal dominará la Tierra si se extinguen los humanos según la ciencia?
La posibilidad de un futuro sin seres humanos en el planeta Tierra siempre se ha planteado como un escenario no muy lejano
Por UNO
La Tierra podría ser heredada por ciertos animales si los humanos se extinguieran.
Si por alguna razón la Tierra quedara sin humanos sobre su faz, un zoólogo planteó que otro animal con enormes posibilidades de evolución podría dominar el planeta a punto tal de generar una nueva civilización, luego de una larguísima evolución. ¿Qué animal dominará la Tierra si se extinguen los humanos según la ciencia?
No son los monos, los parientes más cercanos de los seres humanos genéticamente hablando, quienes se quedarían a cargo del planeta como legítimos herederos. Tampoco animales de grandes proporciones como elefantes ni fuertes o ágiles como felinos. Tampoco los reptiles. Una pista: viven en los oceános.
No son las ballenas ni los cangrejos ni ningún tipo de pez. Son animales -cefalópodos para ser exactos- que han demostrado una capacidad de adaptación a cualquier medio como ningún otro.
¿Qué animal dominará la Tierra si se extinguen los humanos según la ciencia?
Según Tim Coulson, profesor de Zoología en la Universidad de Oxford, los pulpos son los animales mejor posicionados para asumir ese papel: heredar el planeta Tierra.
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Coulson destaca que estos cefalópodos tienen las características físicas y mentales necesarias para evolucionar y ¡crear una civilización!.
Entre estas cualidades, se encuentran:
Su destreza al manipular objetos.
Una inteligencia avanzada.
La habilidad de comunicarse.
Estas características podrían permitirles desarrollar herramientas complejas para construir su propio mundo bajo el agua.
Más allá de que los pulpos enfrentan desafíos como su limitada capacidad para vivir fuera del agua, Coulson sugiere que, con el tiempo, podrían desarrollar métodos de caza en tierra.
De hecho, algunos ya logran respirar fuera del agua durante breves períodos, lo que podría allanar el camino para futuras adaptaciones. Sin embargo, el profesor admite que resulta improbable que estos invertebrados se transformen completamente en animales terrestres, debido a la ausencia de un esqueleto que facilite un desplazamiento eficaz en tierra.
Desde hace mucho tiempo, los primates fueron considerados los sucesores naturales de los humanos. No obstante, Coulson señala que estos mamíferos enfrentarían los mismos problemas que la humanidad, llevándolos también a la extinción. La dependencia de ecosistemas complejos y los desafíos evolutivos comunes los dejarían en una posición desventajosa. Es decir: tienen prácticamente las mismas debilidades que los humanos.
Por el contrario, los pulpos cuentan con una estructura neuronal descentralizada y habilidades cognitivas avanzadas que les proporcionan una notoria capacidad de adaptación. Resolver problemas complejos, usar herramientas e incluso camuflarse para evitar depredadores son habilidades que los posicionan como contendientes inesperados para dominar un planeta sin humanos.
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Los monos no serían los herederos de la Tierra ante la posible extinción de la raza humana.
Evolución: un misterio sin resolver
A pesar de las cualidades que hacen del pulpo un candidato posible a quedarse con la Tierra, Coulson reconoce que su teoría es especulativa. La evolución no sigue un guion predecible y cualquier intento de anticipar qué especie podría dominar tras la extinción humana es una apuesta absolutamente incierta. Sin embargo, sugiere que, si se llegan a dar las condiciones adecuadas, los pulpos podrían explotar nuevos nichos y adaptarse con éxito a un mundo cambiante.
Una de las principales desventajes de los pulpos es su corta vida, que varía entre 1,5 y cinco años. No obstante, este ciclo vital rápido permite que maduren y se reproduzcan eficientemente. Aunque en gran medida se valen por sí mismos, su capacidad para adaptarse a diferentes entornos y actuar independientemente de estructuras sociales les da una ventaja evolutiva frente a los mamíferos.
En un planeta Tierra dominado por mamíferos, la posibilidad de que los pulpos evolucionen hasta convertirse en la próxima especie constructora de civilización parece remota pero fascinante. Tal como afirma Coulson, su ascenso depende de una evolución llena de variables desconocidas, haciendo esta teoría tan fascinante como incierta.
