Las plantas trepadoras son una opción ideal para quienes desean llenar de color las paredes, cercas o pérgolas del jardín. Su crecimiento vertical permite aprovechar el espacio al máximo, creando un efecto natural y fresco sin necesidad de grandes extensiones de tierra. Asimismo, muchas de estas especies ofrecen flores coloridas o un follaje denso que regala sombra y privacidad.

Entre las trepadoras más populares se encuentra la glicina, que tiene racimos de flores violetas y un perfume inconfundible. La buganvilla es una especie famosa por sus flores de tonos vibrantes, que van desde el fucsia hasta el rojo, naranja, rosa y demás. También, existen variedades más clásicas como la hiedra, que cubre superficies con sus hojas que son de un verde intenso.

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La buganvilla es una planta trepadora con flores coloridas.

La buganvilla es una planta trepadora con flores coloridas.

No obstante, existe una planta que destaca por su fácil mantenimiento y su increíble capacidad para adherirse a las paredes sin necesidad de soportes. La Ficus pumila, también conocida como enamorada del muro, es la especie de la que hablamos y es una trepadora de hoja perenne se adhiere a las superficies mediante raíces aéreas, y las cubre con un manto verde compacto. A continuación, te dejamos consejos para el cuidado de esta trepadora.

La planta trepadora perfecta para decorar un cerco

Según un artículo del sitio Ecología Verde, el crecimiento del Ficus pumila es rápido y se adapta tanto al sol como a la sombra, lo que loa convierte en una excelente opción para cualquier tipo de jardín. Es importante destacar que esta planta requiere poco mantenimiento.

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Ficus pumila es una planta perene, es decir que pasa todo el año con hojas.

Ficus pumila es una planta perene, es decir que pasa todo el año con hojas.

Durante la época de crecimiento necesita un riego moderado. En temporada de calor hay que regar dos veces por semana, mientras que en invierno hay que regar una vez a la semana. Cabe destacar que hay que poner atención a un detalle: antes de proporcionar agua procura que el sustrato se seque.

Para que la Ficus pumila prospere, es recomendable plantarla en suelos bien drenados, se puede usar un tutor, un muro o una reja para guiar su crecimiento. A su vez, se da bien en condiciones diferentes de luz, ya sea bajo el sol directo o en sombra parcial, aunque hay que considerar que el sol directo puede ocasionar hojas amarillas por exceso de luz.

Es importante vigilar su crecimiento, ya que puede volverse invasiva si no se controla. En conclusión, si sigue estos consejos, esta planta transformará cualquier muro en una hermosa pared verde sin esfuerzo.

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