Un avión, una hazaña, un padre, un rally, un vino. Enumeradas así, parecen cosas sin mucha relación. Pero la tienen: en el universo de Nando Parrado, todo está conectado a través de una actitud que podría resumirse en una frase que a él le gusta repetir: “Disfruta de tu existencia. Vive cada momento. No malgastes ni un instante”.
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El Porsche 911 con el que Nando Parrado participó del Rally de las Bodegas 2023.
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Nando Parrado Wines: una historia potente y el aroma de la cordillera
Se acercaba la Navidad de 1972 cuando Nando Parrado y su compañero Roberto Canessa encontraron, tras varias jornadas de caminata entre montañas, al arriero chileno Sergio Catalán. Habían dejado al resto de los sobrevivientes a la espera allá arriba en la cordillera, tras 72 días de supervivencia a más de 3.500 metros de altura.
Los que conocen a Nando cuentan que a pesar de haber perdido a su mamá y a su hermana en el incidente, una de las fuerzas que lo impulsaron para cruzar cerro tras cerro en busca de un camino de regreso era la esperanza de abrazar a su padre, Seler.
Tras el reencuentro, el papá y el hijo volvieron muchas veces a Mendoza. Y en esas visitas se fue consolidando un fuerte lazo con gente de estos pagos.
Por eso Nando Parrado Wines está motorizado por dos amigos, Aldo Franchetti y Nicolás Fernández Deotto, cuyas familias tienen vieja relación con los Parrado. Los Franchetti de San Rafael, por ejemplo, organizaron desde su casa las salidas para visitar el lugar del accidente y homenajear a los fallecidos del avión durante 18 veranos. Nando estuvo presente en 11 oportunidades. Su padre, Seler, participó en todas.
Con el correr de los años, los Parrado aprendieron que no todo era dolor, y en sus visitas a Mendoza encontraron la ocasión de apasionarse por el Malbec. De ahí que en 2020 surgiera la idea de proponer una etiqueta dedicada a rescatar esta historia.
"El objetivo principal de este vino es honrar a esa gran persona que fue Seler, para que sea recordado por las generaciones actuales y las que vendrán", coincidieron Franchetti y Fernández Deotto ante la consulta de UNO.
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Catalán, Parrado y Canessa, poco después de que los uruguayos se encontraran con el arriero chileno.
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Dónde conseguir el vino de Nando Parrado
Así, a través de sus proyectos vitivinícolas, Nando Parrado encuentra el giro para -en un mismo movimiento- recordar a su papá y postular que su vínculo con la cordillera tiene también aspectos positivos, relacionados con la nobleza de los paisajes y el cuidado de la naturaleza.
Las viñas del proyecto se ubican en Valle de Uco, más específicamente de las microrregiones de Gualtallary y El Peral (Tupungato) y San Pablo (Tunuyán). Esas uvas crecen entre los 1.200 y 1.600 msnm, con suelos muy minerales y una gran amplitud térmica: la cordillera en estado puro.
Con asesoría del enólogo Matías Michelini -toda una marca en el mundo del vino y los viñedos ecológicos- la primera tanda oficial de NP Wines está lista. Se estima que a partir de abril ya se podrán comprar los productos a través de una plataforma de e-commerce incluida en la web de la firma (www.nandoparradowines.com).
Mientras, pueden seguirse de cerca los preparativos ingresando al perfil de Instagram @nandoparradowines.
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De izquierda a derecha: Matías Michelini, Aldo Franchetti y Nicolás Fernández Deotto; el equipo que lleva adelante el proyecto junto a Nando Parrado.
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Una perspectiva sobre el mundo cabe dentro de una botella
“No necesito más conocimientos ni filosofías que los siguientes: mi deber es llenar mi estancia en la tierra con la mayor cantidad de vida posible, volverme un poco más humano cada día y entender que sólo nos volvemos humanos cuando amamos", le gusta decir a Nando.
El jueves se lo vio haciendo un break en el piedemonte luego de la primera jornada del Rally de las Bodegas. A orillas de un cerro, Parrado recibía el último sol de la tarde junto a su esposa y copilota, Veronique Van Wassenhove.
La pareja conversaba con todo el que se acercara, con la simpleza de quienes "han hecho un click" respecto a ciertos asuntos: ese momento en el que el ser humano se da cuenta de que el viaje más largo empieza con un simple paso y encuentra secretos de lo eterno en elementos cotidianos. Todo eso -y más- puede concentrarse en una copa de buen vino.
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Nando Parrado junto a su pareja, Veronique Van Wassenhove. Ambos están en Mendoza para presentar el vino en homenaje a Seler.
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