Historias

Mujeres de acero: las soldadoras de La Paz que enfrentan estereotipos y cambian paradigmas

Hace unos años, pensar en soldadoras no era común. Pero la necesidad de mano de obra calificada y el cambio en las mentalidades abrieron puertas en La Paz

En un mundo tradicionalmente dominado por hombres, el oficio de soldar está encontrando un nuevo rostro: el de mujeres decididas a romper estereotipos y forjar su propio futuro. Lo cierto es que, lo que antes era visto como un oficio "pesado" y exclusivo, ahora se percibe como una oportunidad para quienes buscan independencia económica y un trabajo lleno de creatividad y precisión. Y, así, las nuevas soldadoras ya están en carrera.

Gracias a iniciativas como el curso "Mujeres de acero" en el departamento de La Paz, Mendoza, se lleva a cabo un programa que reúne a mujeres con diferentes historias y motivaciones, pero con un objetivo común: aprender un oficio y desafiar los estereotipos de siempre.

Mujeres de acero para construir independencia

Jessica Barroso, de 38 años, es madre de tres niñas y empleada municipal en La Paz. Su participación en el curso "Mujeres de acero" comenzó con curiosidad y el deseo de no depender de otros para realizar trabajos en su hogar. “Me inscribí para poder hacer las rejas de mi casa, pero con el tiempo me di cuenta de que este oficio también puede ser una herramienta para sacar adelante a mi familia”, relata en diálogo con Diario UNO.

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Las soldadoras de La Paz. / gentileza

Las soldadoras de La Paz. / gentileza

A pesar de los desafíos iniciales, Jessica destaca la calidad de los profesores y el apoyo recibido durante el curso. “La paciencia y los conocimientos que nos brindan son fundamentales. Gracias a ellos, hemos avanzado muchísimo y terminaremos con un nivel muy alto”, afirma. Además, Jessica, quien también es chofer de camión, celebra la oportunidad de crecer como mujer y alcanzar mayor independencia.

Integrando el arte y la herrería

Sandra Navarro es artista y combina su pasión por el diseño con las habilidades adquiridas en la herrería. “Necesitaba hacer este curso para implementar lo aprendido en mis trabajos. Ya estoy armando mi taller, aunque cuesta porque las máquinas son caras”, explica.

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A pesar de las dificultades, Sandra dedica entre cuatro y seis horas diarias a su taller, confeccionando piezas únicas. Su entusiasmo por la herrería la lleva a desarrollar proyectos que aún mantiene en secreto, pero que apuntan a consolidar su carrera. “Lo que uno empieza nuevo cuesta, pero si te gusta, lo lográs”, asegura.

La UOM y el impulso a la capacitación femenina

Roberto Figueroa, secretario administrativo de la seccional Mendoza de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional Mendoza, destacó el impacto de estos programas en la comunidad. “El proyecto surgió inicialmente para capacitar a las esposas de los metalúrgicos, quienes, muchas veces, eran dejadas de lado. Desde 2020 hemos capacitado a mujeres en tornería, carpintería de aluminio y soldadura”, comenta.

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Gracias al apoyo de entidades y convenios con municipios, el proyecto logró equipar talleres y formar a más de 50 mujeres. Este esfuerzo ha sido reconocido como de interés provincial y departamental. Además, Figueroa mencionó la creación de un aula satelital en San Martín para mujeres que desean completar sus estudios primarios y secundarios, fortaleciendo así sus oportunidades laborales.

El rol del Municipio de La Paz con el curso "Mujeres de acero"

El curso "Mujeres de Acero" es posible gracias a un convenio entre la UOM y el municipio de La Paz, que proporciona instalaciones, maquinaria y financia a los profesores. “El intendente mostró mucho interés en esta propuesta porque fomenta el desarrollo personal y profesional de las mujeres del departamento”, explicó el titular del gremio seccional.

Para las participantes, este curso no solo es una herramienta de aprendizaje, sino también un símbolo de empoderamiento.

Griselda Assi, quien supo trabajar en la construcción y es otra de las participantes del proyecto, sostuvo a UNO que el curso “abre un abanico de oportunidades para nosotras”.

“Es teórico-práctico y nos forma para desempeñarnos en el ámbito de la metalurgia. Podemos, así, resolver situaciones en casa y también tener una salida laboral”, concluyó.

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