Antes de usar la tabla o plato de madera por primera vez, es necesario realizar un ritual que consiste en "curar" al que será nuestro compañero de tantos gratos momentos. Luego de eso, ya está listo para ser parte del deleite de nuestra familia o amigo con una buena carne, chorizos, morcillas, achuras, entre tantas cosas ricas para compartir a la parrilla.
Una vez utilizado - y de los aplausos correspondientes para el maestro de las brasas - llega el momento de la limpieza de los utensilios que permitieron que la magia se haya hecho presente en la churrasquera. Es por eso que hoy te traigo un tutorial para que puedas limpiar la tabla y el plato de madera, teniendo en cuenta su cuidado para que dure más tiempo, quede desinfectado y listo para un nuevo encuentro.
Se trata de una "ceremonia" que servirá para preservar su vida útil. Para ello se debe embeber un paño en aceite de cocina (no importa su tipo) e impregnar la madera frotando suavemente las dos caras. Y le pido que preste atención compañero de vinos y fuegos, el proceso debe hacerse en ambos lados y en los bordes, no solamente sobre la superficie que utilizaremos para servir el asado.
Luego hay que dejar reposar por un día o dos. En ese momento recomiendo repetir la operación, de esta manera la superficie quedará más lisa y absorberá menos agua a la hora de lavarlo. Con el objetivo de lograr que podamos utilizar a nuestro amigo de madera por más tiempo, es necesario repetir el proceso cada tanto (por ejemplo, cuando se ve muy rallado por los cortes del cuchillo).
Para llevar a cabo el mantenimiento es necesario, primero que nada, retirar los sobrantes y la grasa con una servilleta de papel. Cuando logres sacar la mayor cantidad de grasa posible, se debe limpiar la madera con un paño o rejilla con detergente de cocina suave y luego secar con un paño seco.
Bajo ningún punto debes lavar el plato en una pileta llena de agua o con una máquina lavaplatos, porque esto permitirá que el líquido se meta entre las fibras de la madera, descomponiéndola. Por otro lado, no te recomiendo que lo seques bajo los rayos del sol, eso puede provocar que la madera se raje, es por eso que debes dejar las tablas y platos a la sombra.
Para terminar, llegamos al momento del almacenamiento. Debes evitar el contacto con la humedad, el sol y el calor excesivo. Y si la tabla no se usa durante un período prolongado - aunque te deseo que esto no suceda -, aplica una capa fina de aceite de lino para mantenerla protegida.
Antes de despedirme, te recomiendo preparar chinchulines a la olla, puedes conocer la receta haciendo clic acá: mmm, ¿chinchus a la olla?. Ahora si: ¡te deseo un buen asado!