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En el organismo humano existen 7 hormonas que están relacionadas con el hambre, y es sobre ellas en las que hay que trabajar para modificar sus hábitos para bajar de peso.
insulina
Es una hormona producida por el páncreas y cumple la función de regular el azúcar en la sangre. Con la ingesta de carbohidratos refinados y azúcares, aumenta el nivel de insulina y se producen y almacenan más grasas. El truco es consumir carbohidratos complejos (granos, frutas y verduras) y productos integrales. Además de hacer ejercicio.
Leptina
Junto a la grelina, es una de las hormonas que participa en la regulación del apetito. La hormona leptina es producida por las células de grasa y tiene la función de enviar señales al cerebro de hambre saciado. Debe mantener un equilibrio indispensable con la grelina.
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Grelina
La grelina es la hormona del hambre, propiamente dicha. Se produce en el estómago y estimula esa hambre. Para mantener equilibradas a la leptina y a la grelina (relacionadas entre sí), el truco indispensable consiste en dormir adecuadamente. Y es que la falta de sueño aumenta niveles de grelina y disminuye los de leptina, y todo tiene que ver con el hambre.
Cortisol
El cortisol es conocido como "la hormona del estrés". Cuando se encuentra en altos niveles, puede generar hambre y aumento de peso considerable (sobre todo en el abdomen). El principal truco aquí es repetir ejercicios de relajación y meditación (yoga), salir a caminar y trabajar en la respiración profunda. Todo ello acompañado de una dieta saludable.
Somatotropina
La somatotropina, también conocida como hormona del crecimiento, genera una proteína que ayuda a controlar (por medio de la pituitaria) el crecimiento del cuerpo, la glucosa y la grasa corporal. Un buen hábito de sueño es clave para regular la "hormona del crecimiento" y controlar el hambre, ya que suele liberarse cuando uno duerme profundamente.
Adiponectina
La adiponectina es la hormona producida por las células de grasa y tiene la función de regular la glucosa, así como también la descomposición de ácidos grasos. Las grasas saludables (presentes en paltas, nueces y aceite de oliva) contribuyen a la generación de adiponectina y a mantener controlado el hambre. Todo ello debe complementarse con ejercicio, claves para compatibilizar obesidad, diabetes tipo 2, aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares.
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Testosterona
Aunque se la suele asociar con el género masculino, la testosterona es una hormona que tiene presencia en el cuerpo femenino. Su función es ayudar a mantener la masa muscular, al tiempo que aumenta el metabolismo basal. Es clave, entonces, para controlar el hambre y alcanzar la meta de bajar de peso. Entre los principales trucos para potenciarla, se destacan practicar ejercicios de resistencia y seguir una dieta rica en proteínas y grasas saludables.