Muchas personas están optando por alimentos o preparaciones naturales al momento de calmar algún dolor corporal como la fiebre, la tos o un malestar en las articulaciones.

En la siguiente nota te diremos cuáles son los mejores antibióticos naturales, aquellos que se usan históricamente para tratar diversos malestares corporales.

¿Qué antibióticos naturales existen?

Cebolla

La cebolla es excelente para tratar cualquier infección en las vías respiratorias. Además, combate los parásitos intestinales. El sitio web Cuerpo y Mente asegura que el gran médico Hipócrates la prescribió como diurético, para curar heridas y tratar neumonías.

Cebolla.jpg
Cebolla.

Cebolla.

Jengibre

El jengibre no solo es recomendado para tratar dolores de garganta, sino que además se lo conoce por combatir los microorganismos malignos en el cuerpo. También sirve para regenerar la flora intestinal, y se aconseja consumirlo fresco y crudo, pero también se puede consumir en forma de infusión.

La Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos asegura que el jengibre beneficia al tracto gastrointestinal debido a la presencia de gingerol, un componente químico natural presente en la planta.

Romero

El romero tiene más de 200 propiedades antivirales, las cuales ayudan a evitar gérmenes que afectan a la salud. El sitio web Túa Saude asegura que el té de romero sirve para mejorar la digestión y la circulación sanguínea, además de favorecer el crecimiento del cabello, combatir el cansancio frecuente, proteger la salud del hígado y controlar la diabetes.

Romero (1).jpg
Romero.

Romero.

Ajo

El ajo es uno de los antibióticos naturales más poderosos, ya que ayuda a prevenir infecciones, cura heridas y sirve para bajar el colesterol.

Miguel Ángel Martínez Olmos, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), y Josep Allué, vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona (COFB) asegura que los principales beneficios del ajo “derivan de su riqueza en sustancias antioxidantes. Históricamente, fue muy utilizado como remedio de diversas enfermedades. Actualmente, hay datos científicos que apoyan su uso. Se han demostrado ciertos beneficios para el control en las personas con hipertensión arterial, con hipercolesterolemia y con diabetes mellitus tipo 2”.