Semana de San Valentín

Llegaron a su boda en moto y encararon una aventura bien rutera hacia la luna de miel

Diana y Agustín, de Tunuyán, dieron el “Sí” el pasado 25 de enero de una manera muy especial. Luego partieron al sur cada uno con su moto. La historia.

El destino ya estaba escrito: Diana Barrionuevo y Agustín Pravata trabajaban a pocos metros de distancia, pero fue un fugaz trayecto en moto lo que encendió las luces de Cupido. Aún sin saberlo, tres años después harían una entrada triunfal a su boda sobre una Royal Enfield Continental 650: ella, con un romántico vestido de tul; él, impecable, con saco, moño, gafas y una sonrisa de oreja a oreja. Así comienza esta historia en la semana de San Valentín.

El casamiento fue el pasado 25 de enero y, además de familiares y amigos, no faltaron otros moteros tan aventureros como ellos. Horas después, cada uno subió a su “dos ruedas” y emprendieron su luna de miel rumbo a Bariloche y hasta pasaron por Chile. Muchísimos kilómetros.

Una historia de amor sobre ruedas

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Una boda como la que siempre soñaron, entrando en moto y del mismo modo la luna de miel.

Una boda como la que siempre soñaron, entrando en moto y del mismo modo la luna de miel.

Corría el año 2022 cuando Agustín, que trabajaba en una bodega muy cerca de Diana Barrionuevo, le pidió que lo llevara a su casa tras la jornada laboral, ya que ese día no tenía cómo regresar.

“Lo llevé y todo bien. Al día siguiente me dijo que ahora le tocaba a él. Me mandó una foto de su moto, una Bajaj Dominar 400. Justo a mí, que toda la vida me gustaron las motos”, recuerda Diana, hoy su flamante esposa.

Aquel gesto dio pie a una conversación que pronto se convirtió en una invitación a cenar, marcando el inicio de su historia de amor.

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Un alto en el camino. Viajaron en moto a Bariloche.

Un alto en el camino. Viajaron en moto a Bariloche.

Diana y Agustín viven en Tunuyán. Ella ya estaba "casi" enamorada, pero la conquista definitiva llegó dos meses después, cuando él cambió su moto por una Royal Enfield Continental 650. “¡Motaza! Me enamoró él y la moto”, confiesa entre risas.

Con el tiempo, la relación avanzó y decidieron irse a vivir juntos. Una vez establecidos, Diana comenzó la búsqueda de su propia moto.

“Probé todas las opciones posibles porque me costaba encontrar una moto que pudiera manejar. Mido 1,55 m y casi todas son muy altas”, cuenta con una carcajada.

sonrisa en moto, agustín y diana Pravato.jpg

Finalmente, en agosto de 2023, pudo estrenar su Hunter 350. “Siempre con la ayuda de Agustín”, aclara.

Un año después, en agosto de 2024, durante uno de sus tantos viajes juntos—esta vez a Las Leñas—y acompañados por 30 moteros del grupo Royal Enfield, Agustín le propuso casamiento.

La boda se celebró el 25 de enero con una entrada triunfal en la que no faltaron amigos, familia y, por supuesto, sus compañeros moteros.

Tres días después, emprendieron la luna de miel… ¡en moto!

“Viajamos por la Ruta 40, enfrentándonos a muchos desafíos y kilómetros de asfalto y ripio. Gran hazaña para una motera que le tiene miedo al ripio. Una noche hicimos 82 kilómetros de ripio sin caídas y con éxito, acompañados por dos moteros: Máxi, de Santa Fe, y Arturo, de Chile. Nos ayudaron en la travesía y compartimos una cena de festejo”, relata Diana.

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Al día siguiente, cada uno siguió su camino y ellos tomaron rumbo a San Carlos de Bariloche. “Nos tomó cuatro noches llegar a destino desde casa. Llegamos agotados, pero felices”, cuenta.

El jueves 6 de febrero emprendieron el regreso ingresando por el paso Cardenal Samoré, en Villa La Angostura. “Tomamos la Ruta 5. Un día después llegamos al paso Pehuenche, en Malargüe. Fueron 1.180 kilómetros en dos días”.

De regreso a casa y retomando la rutina, el flamante matrimonio atesora cada kilómetro recorrido, recordando una de las experiencias más hermosas que la vida les regaló.