La lavanda es una de las plantas aromáticas que más se usan a nivel mundial, y esto se debe a que su perfume puede calmarnos. Además, esta planta es muy usada en la cosmética, ya que le brinda muchos beneficios a la piel sensible.
La lavanda es una de las plantas aromáticas que más se usan a nivel mundial, y esto se debe a que su perfume puede calmarnos. Además, esta planta es muy usada en la cosmética, ya que le brinda muchos beneficios a la piel sensible.
Sin embargo, en la siguiente nota te enseñaremos a cuidar esta planta, y cómo conseguir que la misma dé flores y conserve su característico aroma.
El sitio web Casa Planta asegura que la lavanda es tolerante a la sequía y prefiere suelos más secos. Riega profundamente una vez que la capa superior del suelo esté seca.
Por otro lado, en cuanto a las temperaturas, la lavanda puede tolerar temperaturas bajas, pero no soporta heladas intensas. Durante el invierno, si la lavanda está en una maceta, es recomendable moverla a un lugar protegido.
La lavanda también crecerá saludable si le aplicas un poco de abono casero. Puedes colocarlo una vez al año, en primavera y de esta forma conseguirás que la planta esté saludable. Evita los fertilizantes ricos en nitrógeno, ya que pueden fomentar un crecimiento excesivo de hojas a expensas de las flores.
Una de las formas más rápidas de evitar las plagas en la lavanda consiste en colocar cerca de ella un vaso con cerveza. Los caracoles y otros insectos se sentirán atraídos por la cerveza y evitarán alimentarse de tu planta lavanda. Es una solución efectiva y natural para mantener a raya estas plagas.
Otro truco que alejará las plagas de tu lavanda es limpiar sus hojas para evitar la acumulación de polvo y suciedad. Puedes usar un paño húmedo para limpiarlas periódicamente.
Un método al cual recurren muchas personas para alejar las plagas de la lavanda es colocarla cerca de otras plantas como romero o menta, ya que su aroma aleja los insectos.