La tigresa de bengala Lucy disfruta de su nuevo hogar rodeado de naturaleza en el santuario WildCat, en Minnesota, Estados Unidos. Contaron que tuvo una muy buena primera noche y que se relajó rápidamente. Además, aseguraron que está muy bien de salud y detallaron que a pesar del largo viaje no mostró malestar en ningún momento.
"El Dr. Campbell pudo acceder a su condición y realizar observaciones sobre ella. Pasaron un poco más de 24 horas desde su llegada al santuario y nuestro equipo está tomando todas las medidas necesarias para garantizar que se sienta cómoda. Ahora es el momento de que Lucy se calme y se relaje, y estamos muy felices de ver que está haciendo precisamente eso", describieron.
En otro posteo señalaron: "Lucy se adapta a su primer día completo viviendo con un corazón salvaje", acompañado de un video de la tigresa en relajada en su nuevo hábitat.
El viaje de Lucy hacia el santuario de Minnessota
Geraldine, de la organización Enfoque Animal, es una de las personas que acompañó a la tigresa desde que salió del Ecoparque de Mendoza el lunes hasta que llegó su nuevo hogar en el santuario WildCat.
Contó que a pesar del extenso viaje que terminó en la mañana del jueves, estaban todos exhaustos menos Lucy, quien se portó muy bien en la jaula en la que fue transportada hacia el santuario. Sostuvo a Radio Nihuil que en ningún momento mostró agresividad ni estuvo inquieta, sino que fue muy dócil todo el tiempo.
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También relató un momento muy emotivo para todos que fue cuando salió de su caja hacia el recinto. Al poco andar dentro de su recinto, pegó un salto y pensaron que se había pinchado las patas con algo, pero luego se dieron cuenta que fue su reacción al tocar el pasto por primera vez en sus 16 años, ya que en el Ecoparque de Mendoza solo tenía cemento.
Lucy ahora tiene dos vecinos de recintos aledaños que también sin tigres, quienes la miraron atentamente desde que llegó. También se escucharon rugidos de leones que habrían notado su llegada, lo que sorprendió a la tigresa, pero no la asustó.
Además, preparan comidas para darle todos los nutrientes que necesita a sus 16 años, los que vivió siempre en cautiverio. Gerandine detalló que los tigres no suelen vivir en grupo como los leones, pero que al no haber estado nunca en su vida salvaje se vuelven más sociables. Dijo que si llegado el momento notan que Lucy quiere conocer a otro felino de su especie, se evaluará si es posible que conviva con otro tigre.