El rosal de Banksia es originario de varias regiones de Asia Oriental, pero ha sido introducido en diversos territorios de Asia del sur y del este, así como también en partes del Mediterráneo e incluso en América del Norte, según el sitio de jardinería Picture This.
Esta planta puede adaptarse en una gran variedad de climas, y ha establecido presencia en jardines y paisajes, más allá de sus paisajes nativos, pues se adapta fácilmente a nuevos entornos. Muchas personas lo escogen por sus flores abundantes y delicadas.
El rosal de Banksia es una planta trepadora espectacular, con flores fragantes de un amarillo pálido. En la actualidad es una de las pocas rosas sin espinas, perfecta para jardines infantiles o jardineros ancianos que prefieren no pincharse.
El único de los cuidados del rosal Banksiae que podemos considerar exigente es que necesita una exposición a pleno sol, para poder florecer. Si vivimos en un clima muy cálido, lo ideal es que lo ubiquemos en un espacio con sombra parcial.
Podemos cultivar esta planta en cualquier tipo de sueño, incluso si es pobre o de carácter ácido. Por último, un detalle para tener en cuenta es que necesita un riego moderado. Si bien soporta la sequía sin problemas, lo ideal es regarlo para mantener el suelo fresco, sobre todo en los meses de primavera y verano.