Quienes se encuentran sumergidos en el mundo de la jardinería saben que existen miles de especies, algunas prefieren crecer bajo los rayos del sol en el jardín exterior, otras se adaptan mejor al interior del hogar. Cada planta precisa cuidados específicos y tiene sus propias necesidades de riego, fertilización y suelo.
Es importante saber que los rosales mini requieren de un buen mantenimiento: no deben recibir luz directa y hay que mantenerlos con humedad, pero evitando encharcamientos.
Si quieres una buena floración, la clave es mantener una humedad ambiental alta y evitar el contacto directo con el agua en la base. En el caso de que cuentes con calefacción, apuesta por un humidificador que regule la calidad del aire en las estancias. Así podrás tener controlado que esta variedad de rosales mini crezcan de forma correcta.
A diferencia de las variedades de tamaño regular, el rosal mini se puede cultivar en interior, porque sus necesidades de luz no son tan exigentes. De hecho, si lo quieres cultivar en el exterior y vives en una zona cálida, es mejor que lo plantes en semisombra.