Es una planta noble, con un perfil terapéutico muy completo. Se la ha usado tradicionalmente como depurativo, digestivo y antiinflamatorio. Y lo mejor es que es completamente accesible, según Healtline.
La planta aliada del hígado y la digestión
Uno de los usos más conocidos del diente de león en la medicina natural es como tónico hepático. Tanto la raíz como las hojas estimulan el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar, ayudando a eliminar toxinas del cuerpo. También favorece la digestión, al aumentar la producción de bilis y mejorar el tránsito intestinal.
La planta que crece sin permiso en nuestro jardín y tiene increíbles beneficios todos la cortan (2).jpg
En infusión, se lo recomienda como parte de tratamientos para la retención de líquidos, el colesterol alto y ciertos trastornos digestivos. Funciona como un desintoxicante natural, sin los efectos secundarios de muchos medicamentos.
Antiinflamatorio, antioxidante y más
Además de sus usos digestivos, la planta de diente de león tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, gracias a su alto contenido en polifenoles y otros compuestos bioactivos. Se cree que su potencial para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o incluso ciertos tipos de cáncer, aunque aún se necesitan más pruebas científicas.
También se lo ha estudiado como apoyo en tratamientos para afecciones urinarias, cutáneas y problemas articulares. En formato de té, tintura o cápsulas, su popularidad en el mundo de la fitoterapia sigue creciendo.