El magnesio es un mineral esencial en el organismo. De hecho, investigaciones aseguran que es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. Por lo tanto, debemos incorporarlo a nuestra alimentación y qué mejor que hacerlo a partir de una planta que podemos cultivar fácilmente en el huerto.
Siembra esta planta en tu huerto para mejorar la salud.
¿Cuál es la planta que aporta magnesio y puedes sembrar en tu huerto?
Según el sitio MedlinePlus, los vegetales de hoja verde oscura son las principales fuentes de magnesio. Uno de los más importantes es la acelga, la cual se destaca por aportar 81mg de este mineral por cada 100 gramos.
Además, de acuerdo con un estudio de la Fundación Española de Nutrición, la acelga es un alimento de excelente aporte de fibra soluble, favoreciendo el tránsito intestinal y previendo el estreñimiento. En sintonía, contiene cantidades muy significativas de yodo (una ración equivale al 44% de las ingestas recomendadas al día en hombres, y al 56% en mujeres); hierro (53% de las IR/día en hombres y 29% en mujeres) y potasio (28% de las IR/día en hombres y mujeres).
¿Cómo cultivar acelga en el huerto?
Según el medio ‘Info campo’, podemos cultivar fácilmente acelga en el huerto y cosechar en pocas semanas para obtener la cantidad necesaria de magnesio que exige nuestro cuerpo.
Para esta tarea de jardinería es necesario considerar el clima, el cual tiene que ser templado. En relación a esto, dicha planta germina a partir de los 6°C y soporta hasta unos 33°C, por esto, la fecha de siembra es muy amplia y depende del clima local.
El primer paso consistirá en buscar un semillero y dotarlo de buen abono, como así también de un suelo arcilloso. Reunido esto, sembraremos las semillas en surcos, con una profundidad similar al doble del tamaño de la semilla. Luego, regar humedeciendo, pero sin encharcar. La tierra nunca debe estar seca en su totalidad.
Luego de un mes, si las plantas germinaron correctamente, procedemos a trasplantar las acelgas al suelo del huerto. Sembraremos en agujeros de 20 centímetros de profundidad. Entre cada vegetal también debemos dejar una distancia de 20 centímetros. Hecho esto, es necesario un riego abundante para que la tierra se asiente bien.
Finalmente, después de un mes la acelga estará lista para su cosecha. Antes de consumirla para aprovechar el magnesio y otros nutrientes, recuerda lavarla bien para quitar el exceso de tierra que pueden tener las hojas.