La planta de la que te hablaremos hoy recibe el nombre de Vinca y se la conoce científicamente como Catharanthus roseus. Es un ejemplar que se puede cultivar como anual en climas fríos y como perenne en climas cálidos, explica el sitio especializado ‘El Mueble’.
Se trata de una planta de exterior muy resistente que cuenta con una peculiar floración de color lila, blanca y rosa, con forma de estrellas y un centro tubular pequeño. Expertos en jardinería aseguran que esta especie tiene un aspecto elegante, ideal para el jardín y cualquier maceta de interior (aunque, aquí es importante tener en cuenta sus cuidados).
La Vinca es una planta que se desarrolla perfectamente en una ubicación con semisombra, aunque si la sombra es excesiva, florecerá menos. Si la tienes en una maceta dentro de casa, asegúrate suministrarle una buena dosis de luz por día, evitando situarla en interiores oscuros.
Otro punto a tener en cuenta respecto a sus cuidados es el suelo, ya que esta planta los prefiere ligeros y con buen drenaje. También es importante que el suelo sea rico en materia orgánica para que crezca saludable y en poco tiempo.
Por otro lado, la Vinca es una especie que necesita riego solamente cuando su capa superior esté seca, debido a que resiste bien la sequía. En consecuencia, tendremos que evitar el exceso de agua para prevenir que las raíces se pudran. En esta línea, la planta mencionada no soporta las heladas, por lo que si la tienes en el exterior, tendrás que protegerlas para que no se dañen.
Finalmente, expertos en jardinería explican que esta planta no demanda una poda exclusiva. En concreto, bastará con retirar sus flores marchitas y las hojas secas para estimular el crecimiento de la planta. Si la poda es de mantenimiento, es recomendable hacerlo desde finales del invierno o principios de la primavera. Y si es de floración, la Vinca deberá podarse en verano u otoño, dependiendo de la finalización de la floración.