Un caso de 2006

La tragedia en Marista evocó el caso de otra niña que falleció atrapada en el fondo de una pileta

Marcela Sánchez tenía 12 años y murió en la pileta de la UNCuyo hace 19 años. La Justicia Federal emitió dos condenas a 4 responsables que no fueron a la cárcel

Marcela Sánchez tenía 12 años cuando el domingo 8 de enero de 2006 murió ahogada en la pileta de la UNCuyo.

Muerte inesperada, temprana y absurda por tratarse de una niña, pero más aún porque fue consecuencia de la falta de una rejilla en una toma de agua de 20 cm de diámetro, situada en el piso de la pileta; negligencia que se completó, de modo macabro, con la activación de una bomba succionadora para vaciarla mientras había gente bañándose. Así, aquella tarde, pasadas las 20, la niña quedó atrapada en uno de sus pies sin poder emerger a la superficie.

La sacaron varios minutos más tarde en medio de un griterío y reclamos de auxilio. Alguien la había visto en lo profundo de la pileta y dio aviso. Debieron atarle una manguera alrededor del torso porque en el lugar no había sogas. La pileta tenía las siguientes dimensiones: 50 metros de largo por 25 metros de ancho y 3,5 metros de profundidad.

A la vista de casi un centenar de personas, entre ellas los padres -Claudia y Ricardo- y amigos, intentaron reanimarla sin éxito.

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Marcela Sánchez tenía 12 años cuando murió en la pileta de la UNCuyo.

Marcela Sánchez tenía 12 años cuando murió en la pileta de la UNCuyo.

La muerte en la pileta de la UNCuyo que sacudió a Mendoza

El caso, del que se acaban de cumplir 19 años, vuelve a la memoria colectiva por otro hecho terriblemente inesperado: la muerte de un niño de 4 años, ocurrida este miércoles en la escuela de verano del club Marista.

La tragedia de Marcela Sánchez sacudió a Mendoza, puso bajo la lupa a la conducción de la UNCuyo y activó un fuerte debate acerca del funcionamiento de las piletas públicas y privadas en Mendoza.

La UNCuyo inició sumarios administrativos y resolvió suspensiones de empleados y funcionarios.

Los controles municipales y la cantidad y experiencia de los guardavidas, así como de los profesionales de las escuelas de verano a cargo de los chicos de diversas edades, también se llevaron muchas páginas de los diarios.

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En 2006, la muerte de la niña en la pileta de la UNCuyo demandó gran cobertura de la prensa.

En 2006, la muerte de la niña en la pileta de la UNCuyo demandó gran cobertura de la prensa.

La Justicia Federal y las dos condenas para 4 responsables

El caso de Marcela Sánchez fue investigado por la fiscal Daniela Chaler pero rápidamente pasó a la Justicia Federal porque el territorio de la UNCuyo y todo lo que ocurre allí son de competencia federal.

El juez Alfredo Manuel Rodríguez y la fiscal Gloria André llevaron adelante el proceso judicial.

El juicio oral y público se hizo en 2013 en los Tribunales Federales. El tribunal integrado por Alejandro Piña, Estela Blanco y Juan Antonio González Macías condenó a Ricardo Moyano, por entonces director de Deportes de la UNCuyo; Francisco Illanes, coordinador de la pileta; Marcelo Quiroga, director de Servicios de la UNCuyo, y su hermano Cristian Quiroga, concesionario del natatorio.

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La tragedia en la pileta de la UNCuyo ocurrió en 2006 y la víctima tenía 12 años.

La tragedia en la pileta de la UNCuyo ocurrió en 2006 y la víctima tenía 12 años.

Cuatro años de prisión, les impuso a cada uno de ellos. El monto de la pena fue considerado exorbitante por tratarse de un delito culposo (sin intención) y porque los condenados no tenían antecedentes penales.

No fueron a la cárcel porque los abogados defensores interpusieron un recurso de apelación.

En 2016, la Cámara de Casación Penal resolvió “anular la sentencia condenatoria únicamente en lo que respecta a los montos de pena impuestos y su fundamentación” y devolvió el expediente a la Justicia Federal.

Más adelante, el Tribunal Oral Federal 2 realizó un debate corto. Los cuatro imputados fueron condenados pero no fueron a la cárcel por tratarse de penas menores y de ejecución condicional por tratarse de una muerte causada sin intención.

El dolor de los padres de la niña ahogada en 2006

Marcela Sánchez era la mayor de los 4 hijos del matrimonio de Claudia Quiroga -empleada de DAMSU- y el médico Ricardo Sánchez.

Había sido elegida abanderada del colegio María Auxiliadora.

En un mueble de la casa familiar había fotos de aquel logro estudiantil y también trofeos por sus competiciones en natación y balonmano en el equipo de la UNCuyo.

Los padres de Marcela mantuvieron el bajo perfil. Apenas un par de notas periodísticas durante la investigación. "No habrá plata ni cárcel ni muerte que nos devuelvan a nuestra hija", dijeron a Diario UNO en su casa de El Challao.

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