El diseño y los ejemplares más valiosos de la Flying Eagle
Entre los coleccionistas, los ejemplares de 1856 tienen un estatus especial. Estas monedas, conocidas como Snow-3, fueron las primeras en fabricarse, pero no se pusieron en circulación hasta 1857. Su alta calidad y rareza las convierten en las más deseadas. Según el portal Heritage Auctions, uno de estos centavos alcanzó los 240.000 dólares en una subasta realizada en 2020, marcando un récord para esta serie.
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Pero no solo las piezas de 1856 han destacado. Otros ejemplares de la serie Flying Eagle también han logrado cifras significativas:
- 1858 con letras pequeñas: vendida por 87.400 dólares.
- 1858/7 (variante de sobrefecha): vendida por 75.025 dólares.
- 1858 con letras grandes: vendida por 57.500 dólares.
- 1857 estándar: vendida por 43.125 dólares.
La razón del valor de estas monedas
La rareza y el estado de conservación son factores clave en el valor de estas piezas. Los expertos en numismática buscan ejemplares con detalles claros en el diseño, especialmente en el águila en vuelo, así como signos mínimos de desgaste. Las variantes, como la sobrefecha 1858/7, también incrementan el interés de los coleccionistas.