El 8 de enero SpaceX lanzó 21 nuevos satélites desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. El lanzamiento, forma parte de la constelación Starlink, la mayor del mundo, diseñada para proporcionar servicios de internet incluso en las áreas más remotas del planeta. Para muchos investigadores y astrónomos, podrían convertirse en una "amenaza existencial".
Imagen ilustrativa de satelites en el cielo.
Los satélites de Starlink el servicio de internet de la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, forman una especie de tren de puntos brillantes en movimiento atractivos de ver en el cielo nocturno. Sin embargo, el resplandor generado por los satélites genera preocupación entre los estudiosos de la astronomía.
¿Cuál es el inconveniente con los satélites de Starlink?
Desde hace años, los astrónomos vienen advirtiendo que la radiación de esta red de satélites cada vez mayor, bloquea la capacidad de los investigadores de ver galaxias, planetas y estrellas distantes. El Instituto Holandés de Radioastronomía (ASTRON), e investigadores de otras instituciones, publicaron un informe para advertir que la flota de Starlink de SpaceX estaba causando interferencias significativas con sus radiotelescopios. De hecho, explicaron que para ese entonces los satélites emitían 32 veces más radiación que la generación anterior de Starlink, que ya interfería.
La empresa aeroespacial estadounidense fundada por Musk se encuentra lanzando satélites al espacio desde 2019. La mega flota de Starlink proporciona servicios de internet de alta velocidad a más de 100 países, aerolíneas y operadores de cruceros, entre ellos United Airlines y Carnival Corp.
Los astrónomos observan planetas, estrellas y galaxias distantes a partir de la luz que emiten en el espectro electromagnético. Sin embargo, los satélites de Starlink emiten una luz aproximadamente 10 millones de veces más brillantes.
Cees Bassa, el autor principal del informe, habló con la BBC y señaló que era como comparar las “estrellas más débiles visibles a simple vista y el brillo de la Luna llena”, y agregó que el problema empeorará a medida que continúen los lanzamientos de SpaceX. Por otro lado, la profesora Jessica Dempsey, que dirige ASTRON, dijo al medio inglés que si SpaceX no logra mitigar el problema, los satélites “se convertirán en una amenaza existencial para el tipo de astronomía que hacemos”.
En 2020 ya se había elaborado un informe en el taller 2020 Satellite Constellations 1 (SATCON1), advirtiendo que el material que envía SpaceX al cielo para crear mega constelaciones de satélites, cambiaría radicalmente la astronomía óptica e infrarroja de la Tierra.
La respuesta de SpaceX
Por su parte, SpaceX ha probado algunas acciones para disminuir la irritación de sus detractores. Ha pintado los satélites de negro y ha utilizado parasoles para bloquear parte de los rayos solares. Sin embargo, las dos alternativas fueron descartadas. En 2023, la compañía llegó a un acuerdo y se comprometió con la Fundación Nacional de la Ciencia para mitigar los efectos de los satélites Starlink de segunda generación, que son la raíz de los problemas de ASTRON.
Con el lanzamiento reciente del 8 de enero, Starlink ya cuenta con más de 6.850 satélites activos en órbita baja de la Tierra. Si bien representa un paso más cerca del objetivo de SpaceX, de mejorar la conectividad global y ofrecer servicios de internet en cualquier parte del mundo, hay que pensar en el destino que se le está dando al cielo, que es de todos.