Estos vehículos submarinos no tripulados están diseñados para transportar ojivas nucleares capaces de generar lo que se puede describir como catastróficas olas de agua radiactiva que son una amenaza para ciudades costeras y regiones enteras. En este sentido:
- Rusia cuenta con el torpedo Poseidón. Un arma de propulsión nuclear que es capaz de crear olas destructivas, con una carga útil que se cree que es capaz de aniquilar poblaciones e infraestructuras costeras enteras.
- Por otro lado, el dron submarino Haeil de Corea del Norte supuestamente cumpliría un propósito similar, atacar a grupos de ataque navales e infraestructuras portuarias vitales.
¿Estados Unidos está preparado para enfrentar esta amenaza?
Mientras países como Rusia y Corea del Norte desarrollan estas armas submarinas ofensivas, la Marina de Estados Unidos parece haberse centrado en UUV diseñados para otras tareas más tradicionales como detección de minas y reconocimiento, con modelos como el Mk 18 Mod 2 Kingfish y el Knifefish.
Los vehículos submarinos no tripulados (UUV) son una pesadilla estratégica, con la capacidad de crear pánico, interrumpir las rutas comerciales globales y paralizar las economías. Sin embargo, los drones tipo Poseidon o Haeil violan los principios en el uso de armas en el derecho internacional.
Las detonaciones nucleares diseñadas para generar tsunamis radiactivos podrían clasificarse como técnicas de modificación ambiental prohibidas bajo la Convención ENMOD. Además, los efectos devastadores y de largo plazo en el medio ambiente y la población podrían contravenir las disposiciones del Protocolo Adicional I.