- Playas y deportes acuáticos: Con aguas cristalinas y arenas doradas, las playas de la isla son ideales para relajarse, nadar o practicar deportes acuáticos como kayak, paddleboard y navegación en veleros. Además, aquellos que buscan una experiencia más aventurera pueden explorar el sendero acuático de Beaver Island y acampar en sitios frente a la playa.
- Museos peculiares: Los visitantes pueden conocer la historia marítima de la isla en el Museo Marino, que exhibe naufragios históricos y la evolución de la pesca comercial. También pueden visitar el Museo del Juguete, donde se exhiben juguetes antiguos que transportan a los visitantes a otra época, y el Museo Old Mormon Print Shop, que combina arte e historia local.
- Naturaleza y senderismo: Los senderos naturales permiten descubrir la fauna y flora autóctona en un entorno único. Los visitantes pueden recorrer los bosques y praderas de la isla, donde es posible avistar ciervos, aves silvestres y una gran variedad de especies de plantas.
- Gastronomía local: La oferta gastronómica de Beaver Island incluye cafeterías y restaurantes que destacan por su comida casera y ambiente acogedor. Lugares como Paradise Bay Coffee Shop y Beaver Island Coffee Company ofrecen café recién hecho y productos horneados, mientras que Wild Strawberry Cafe sirve desayunos y almuerzos con ingredientes frescos y opciones para todos los gustos.
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Para aquellos que buscan una escapada diferente en Estados Unidos, Beaver Island representa un destino turístico singular donde la historia, la naturaleza y la hospitalidad se fusionan en un entorno inigualable.
Cómo llegar a Beaver Island
Para llegar a este paraíso rodeado de agua, los visitantes pueden optar por tomar un transbordador o un avión desde Michigan continental hasta Beaver Island. Sin embargo, quienes viajen desde otras partes de Estados Unidos primero deberán volar hasta el aeropuerto más cercano, ya sea el Aeropuerto Internacional Gerald R. Ford en Grand Rapids o el Aeropuerto Internacional Bishop en Flint. Desde cualquiera de estos puntos, la mejor manera de llegar a Charlevoix es en coche, ya sea alquilando un vehículo o viajando con un acompañante.
Una vez en Charlevoix, los viajeros pueden abordar un ferry que realiza el recorrido hasta la isla en aproximadamente dos horas o tomar un vuelo de corta duración. Durante la travesía en ferry, los pasajeros pueden disfrutar de vistas panorámicas del lago Michigan, observar la fauna local y relajarse en la cubierta mientras se acercan a su destino. Al llegar, la isla da la bienvenida con su atmósfera serena y una comunidad acogedora dispuesta a compartir la historia y los encantos del lugar.