Sin embargo, en 1902 se recolectó el último ejemplar de esta flor y lamentablemente comenzó a ser considerada como una especie en extinción. Las pocas flores que resistieron hasta la actualidad lo hicieron mediante la propagación vegetariana.
Esta flor puede alcanzar una altura de entre 40 y 60 centímetros. Además, sus hojas que son de color rojo oscuro, tienen hasta 15 centímetros de largo y están compuestas por foliolos de hasta 5 centímetros de longitud.
En cuanto a los cuidados, esta flor no requiere de mucha luz para crecer. Florece durante el cierre del verano, y es muy sensible a las heladas. No es una flor que se lleve muy bien con los fertilizantes y abonos caseros, por lo que se aconseja dejarla crecer sola.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la flor de chocolate se encuentra actualmente en la categoría "Extinto en libertad", ya que solo se conserva en jardines puntuales.
Sin embargo, un estudio realizado en 2007, anunció que en las inmediaciones de Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, México, se encontraron ejemplares silvestres en bosques, a 1.800 metros sobre el nivel del mar.