Estudios previos señalan que estos peces se trasladaron a las cuevas cuando China experimentaba un proceso de desecación hacia el final de la época del Mioceno (23 a 5,3 millones de años atrás) y durante el Plioceno (5,3 a 2,6 millones de años atrás). Este movimiento representó una estrategia de supervivencia ante la disminución de agua en la superficie.
El análisis de la historia evolutiva de estos peces dorados revela que el Xingren y otros similares probablemente perdieron sus escamas durante el Pleistoceno (período comprendido entre 2,6 millones y 11.700 años atrás), coincidiendo aproximadamente con la época en que algunos miembros del grupo comenzaron a perder la visión.
"Esto sugiere que la mayoría de los peces de cueva probablemente no han vivido en ecosistemas cavernosos por más de unos pocos millones de años", escribieron los investigadores en el estudio. La evidencia apunta a que el pez Xingren se encuentra actualmente en un proceso gradual de adaptación evolutiva hacia la vida completamente cavernícola.
En las cuevas
Los peces de línea dorada presentan una sorprendente variedad en su apariencia. La especie recién descubierta se diferencia de los peces conocidos gracias a una combinación única de características, incluyendo su cuerpo sin escamas con marcas negras irregulares. Los Xingren también carecen de una estructura en forma de cuerno presente en algunos peces de línea dorada, notablemente en S. longicornus, un pez ciego similar a un unicornio descubierto en 2023.
El tamaño de los ojos del Xingren proporciona pistas sobre su estilo de vida. Los científicos proponen que la vida de estos peces está vinculada a fotoperíodos, que son los intervalos de luz diurna que un organismo recibe en un ciclo de 24 horas.
"Esto se relaciona con el hábitat, donde la nueva especie puede conectarse con arroyos superficiales a través de ventanas en las cuevas, y sus ritmos vitales podrían estar estrechamente relacionados con los fotoperíodos", explicaron los autores del descubrimiento.