El sitio web MedlinePlus explica la situación expresando: "Dado que la sangre transporta oxígeno al corazón, esto significa que el corazón no podrá obtener suficiente oxígeno. Esto puede causar angina (dolor de pecho) o, si el flujo de sangre está completamente bloqueado, un ataque al corazón".
La enfermedad no responde a los tratamientos normales
Los especialistas de la Asociación de Cardiología Preventiva de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) explican que las lipoproteínas son sustancias que transportan el colesterol en sangre.
María Rosa Fernández Olmo, expresidenta de la Asociación de Cardiología Preventiva de la SEC, explica sobre el segundo tipo: "la lipoproteína es un LDL al que se le añade una proteína, la apo (a), que le da unas características especiales, entre ellas que se herede y que intervenga en procesos proinflamatorios y protrombóticos, así como incrementar de forma precoz el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio o accidente cerebral vascular isquémico".
La particularidad de este tipo de lipoproteína (a) es que no responde a las estrategias típicas de reducción del colesterol LDL, como la dieta, el ejercicio físico o la medicación para reducir los lípidos, es así que la especialista detalló: "La cantidad de lipoproteína (a) en sangre viene determinada genéticamente y varía poco a lo largo de la vida. Sabemos que una de cada cinco personas la tienen elevada".
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La enfermedad por el tipo de colesterol "malo" no responde a los tratamientos habituales.
Si la lipoproteína está alta aumenta el riesgo cardiovascular
Los cardiólogos advierten que si la lipoproteína (a) está por encima de los 50 mg/dl, comienza a aumentar el riesgo cardiovascular. Al no responder a los tratamientos normales, las opciones se reducen significativamente. Es por eso que mientras se realizan pruebas para encontrar una solución, por el momento los investigadores recomiendan recurrir a fármacos para bajar los niveles de colesterol LDL en todas aquellas personas los índices altos.
Ante esto, los especialistas recomiendan una serie de medidas que pueden reducir que se desarrolle esta patología:
- Seguir una dieta equilibrada.
- Hacer ejercicio físico de intensidad moderada de forma regular.
- Evitar la obesidad y el sobrepeso.
- No fumar.
- Controlar los niveles de presión arterial y glucosa en sangre.