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Muchas personas tienen fobia a las cucarachas, y la Megaloblatta longipennis es la más grande del mundo.
Los entornos predilectos de estos insectos son las áreas de alta humedad, donde la vegetación es densa y el clima es cálido. Su estructura corporal le permite adaptarse a estos ecosistemas, donde puede esconderse entre hojas caídas y troncos en descomposición.
Un insecto de hábitos nocturnos
La Megaloblatta longipennis es una especie nocturna, lo que significa que es más activa durante la noche, de hecho tienen aversión a la luz o fotofobia, teniendo en cuenta un artículo del sitio web Nocucas, una compañía de control de plagas. Durante el día, suele esconderse en grietas o bajo la hojarasca para evitar a sus depredadores.
Cuando cae la noche, estas cucarachas salen en busca de alimento, consumiendo materia orgánica en descomposición, hojas, frutas y otros restos vegetales. Su rol en el ecosistema es fundamental, ya que contribuye a la descomposición de materia y al reciclaje de nutrientes en el suelo.
A pesar de su gran tamaño y su apariencia intimidante, esta especie es completamente inofensiva para los humanos. Sin embargo, las cucarachas “pueden convertirse en un vector de contagio de diversas enfermedades por simple contacto con los alimentos, por lo que es conveniente evitarlas”, explican desde Nocucas.