Un extenso trabajo de investigación, presentado en la conferencia COP29 de Azerbaijan, arroja luz sobre una realidad preocupante: en tan solo 15 años, el número de especies amenazadas de coral aumentó del 33% al 44%. Este incremento marca un punto de inflexión en la conservación marina.
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El cambio climático lidera la lista de peligros para estos ecosistemas. Las altas temperaturas provocan el blanqueamiento masivo del coral, un proceso que expulsa las algas que les dan su característico color y las mantienen con vida.
Como explica la Dra. Grethel Aguilar, Directora General de la UICN: "Los ecosistemas saludables como los arrecifes de coral son esenciales para la subsistencia humana, proporcionando alimentos, estabilizando las costas y almacenando carbono. La protección de nuestra biodiversidad no es solo vital para nuestro bienestar sino crucial para nuestra supervivencia".
Entre las especies más afectadas se encuentran:
La situación en el Atlántico resulta particularmente grave. Beth Polidoro, coordinadora de la Lista Roja de Coral de la UICN, advierte: "Necesitamos reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero junto con acciones para abordar las amenazas locales si queremos darle al coral una oportunidad de sobrevivir".
El Dr. David Obura, copresidente del Grupo de Especialistas en Coral de la UICN SSC, refuerza esta posición: "Hemos sabido durante décadas que los arrecifes de coral están en la primera línea de las crisis globales del clima y la biodiversidad, y este nuevo resultado solo lo reconfirma".
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La contaminación, el desarrollo costero descontrolado y la pesca insostenible suman presión sobre estos frágiles ecosistemas. Los arrecifes, construidos durante miles de años, albergan la mayor biodiversidad de todos los ecosistemas marinos, y su pérdida tendría consecuencias devastadoras para la vida en los océanos y las comunidades costeras que dependen de ellos.